Frío, heladas y sequía
Helado hasta las pezuñas. El pony de la foto que se acompaña, tomada en el Pontón, en las cercanías de la villa canguesa, pueda darles una ligera idea de las gélidas temperaturas de este invierno que, quizás por la falta de agua y nieve, no está pareciendo invierno.
Las heladas matutinas se han sucedido una tras otra mientras las temperaturas han llegado a situarse en los seis bajo cero en muchas zonas de la comarca más abajo incluso de Leitariegos.
Los ríos, especialmente el Narcea y el Luiña, bajan agostados, con un caudal mínimo y vistas de su corriente que serían veraniegas de no ser por el hielo de sus orillas o la falta de hojas en los árboles. El mismo camino siguen arroyos y regatos e incluso las fuentes mantienen un caudal mínimo que ha llevado a la escased en muchos pueblos de alta montaña de estos concejos del suroccidente.
La falta de nieve no solo ha puesto de mal humor a los aficionados al deporte, sino que está trayendo preocupación a ganaderos y agricultores ante las perspectivas de sequía de cara a la próxima primavera que se está acercando más que deprisa.
Pese a las heladas, el aumento de la temperatura en estos días soleados ha echo que aparezcan brotes en algunas especies arbóreas y frutales que, obviamente las propias heladas “quemaban” o quemarán más adelante.
A media mañana de hoy, martes, último día de enero, las nubes han comenzado a cubrir el cielo en el suroccidente y se anuncia lluvias abundantes y nevadas. Esperemos que las previsiones se cumplan