CANGAS DEL NARCEA.- Un cangués con ideas: Federico Granell expone en Gijón
De nuevo un cangués, en este caso Federico Granell, lleva el nombre du su pueblo a las primeras páginas de la actualidad creativa y artística.
En la galería gijonesa Gema Llamazares, el artista cangués presenta un mundo ideado pero inmerso en una realidad que fue o pudo haber sido
En torno a un pequeño de pelo con aires austriacos y pantalón corto que se llama Hans, Granell recrea el mundo de su tiempo y su ciudad, Berlín, en los días previos a la Segunda Guerra Mundial
Surgieron de las manos de Federico Granell y ahora ocupan la galería gijonesa creando un peculiar mundo ensoñado, “limpio, romántico, nostálgico y lleno de fortaleza e intención de salvar la memoria y luchar contra el olvido, fue gestado en tinta, primero. En óleo y volúmenes, después”.
Cuenta Granell que en la génesis de esa vida inventada está el encuentro casual en un rastrillo de París de un viejo álbum de fotos, sin fotos, y que entre sus hojas empezó toda la historia porque, “aunque no tenía imágenes, sí conservaban sus páginas títulos y referencias a algún viaje”.
A ese álbum fueron a parar las primeras tintas y ocuparon los antiguos huecos despoblados de las primeras estampas de familia ensoñadas por el joven cangués. ‘Summer 1935’ titulan en letra las primeras ventanas que Granell abre a su mágico universo. ‘Berlín, 1936’ encabeza otra serie, que a él se le antoja destinada a retratar la ciudad en plena efervescencia olímpica. “Pero las secuencias del pasado imaginado no se quedan solo en miniaturas enganchadas al álbum berlinés encontrado en París. Saltan de sus páginas y se hacen cuadros llenos de color, rotundas instalaciones, esculturas que emiten humo o muestran sus salitas interiores y hasta una lluvia de relojes, que lanzan sobre un pequeño Hans escultórico, un mensaje que habla del viaje al pasado, el tiempo que transcurre, la memoria que se escapa”.
“Desde que hallé el álbum de fotos no he podido parar de imaginar la vida que un día, pienso, pudo habitar sus páginas”, dice el autor. Y añade: “Ha sido una labor minuciosa e intensa, en la que he tenido, además, que investigar mucho sobre aquel Berlín de los años treinta”.