Derechos: para unos, sí; para otros, no
Despistado, perplejo y un mucho perdido, me encuentro yo ante determinadas situaciones actuales y los vaivenes de ideas y acciones de determinados políticos y grupos sociales ante la demanda de derechos civiles, políticos y sociales para unos y otros.
Y esta perplejidad se acrecienta ante la actitud de determinadas izquierdas y grupos autodenominados “progresistas y de cambio” que, por una parte, demandan justos derechos para determinadas poblaciones y callan si esos mismos derechos se conculcan en otras. Es decir: se califican según de quienes vengan las acciones y sobre qué pueblos inciden.
Veamos: La izquierda más progresista viene denostando desde 1.950 la Ley del Retorno de Israel que concede la ciudadanía a todo inmigrante judío que la solicite. Los judíos árabes corrieron a buscar refugio y fueron bien acogidos. Ni un solo estado árabe hizo lo mismo con los palestinos. Hoy tampoco lo hacen por los sirios.
Silencio total en la progresía al igual que ante las sistemáticas restricciones de derechos de los no musulmanes en los países islámicos. Protestas y anatemas si alguien pretende regular los derechos de los inmigrantes islámicos en otros país y mucho menos, o ninguna, para que los ciudadanos de cualquier religión o grupo puedan ejercer en un país árabe sin que sean perseguidos por el islam. Más silencio aquí y gritos pidiendo el derecho a levantar mezquitas allá.
Y, por otro lado, protestan por la concesión de la ciudadanía española a los judíos sefardíes descendientes de españoles y reclaman la de cualquier otro país europeo para los inmigrantes musulmanes procedentes de países islámicos.
¿No es para quedar perplejo? ¿O para para mirar al cielo y ver pasar lo pajaritos?. ¿O para ponerse a contar las nubes como aquel expresidente?
Ustedes mismos