Para ponerse a mear y no echar gota
Para ponerse a mear y no echar gota. Tal quedaremos si las cosas siguen “evolucionando” como aquí les apunto y la sociedad sigue perfeccionando su refinamiento en cuanto a la salvaguarda de derechos de los de que delinquen y de los más fuertes frente a las víctimas o los más débiles. Eso sí, con todas las prerrogativas legales o quizás, incluso, con su bendición.
Y no les voy a hablar del terrorista Otegui, su arrogancia, su desprecio a los muertos por las balas y metrallas de los terroristas, a la sociedad en general, y que se ve aupado a las horas de máxima audiencia en una televisión en la que se vanagloria de lo hecho ante la pasividad del periodista que lo entrevista y que, después, unos políticos de acá se le llevan a dar un discurso a Bruselas como “hombre que hizo posible la paz”. No, no, esto es más simple.
Hace no muchos días les relataba aquí como Silvia Boto, una canguesa de Villar de Naviego, residente en Tineo, perdió a su marido en un accidente sufrido con el camión hormigonera que conducía, que quedó completamente calcinado, tras volcar en la AS-215, a la altura de El Rodical, en el concejo de Tineo y como la empresa en la que trabajaba, Contratas Fernández Granda S. L., le envía una carta en la que reclama a los herederos del finado que se hiciesen cargo de “los daños causados al vehículo (33.365 euros) y a la hormigonera (46.988,29)”. En total, la empresa pretende que los herederos, los hijos, paguen 80.353,29 euros.
Pues bien y abundando: Ahora resulta que el terrorista que asesinó en Noruega a 77 personas en 2.011 verá mejoradas sus condiciones carcelarias y recibirá del estado Noruego la cantidad de 36.000 euros. Así lo ha decidido un juez ante las denuncias del condenado por asesinatos por conculcación de sus derechos humanos.
Tiene el preso tres celdas a su disposición: una para dormir, otra para trabajar y otra para hacer deporte. Dispone de televisión, ordenador y aquellos detalles que hacen la vida diaria más cómoda. Y todo ello después de haber señalado que solo lamenta “haber fallado” y no haber matado más personas
Pues no está conforme. Ha denunciado que son muchas veces las que le sirven el café frío y le ponen comida que ha sido precocinada. Amén de ello le han mantenido aislado del resto de los presos durante un determinado tiempo.
Estudia su señoría la demanda del preso y decide lo ya señalado: mejora de las condiciones y sustanciosa cantidad como indemnización.
Hasta aquí los hechos. Y ahora pretenderán “los progres de lo políticamente correcto” que nosotros, los españolitos de a pie, digamos eso de “yo creo en la justicia y respeto las decisiones de los jueces”.
¡¡¡¡¡Tu.ru-rú!!!