La foto y su pie: Niños de un lado, niños de otro: valores distintos
Casi ochenta cristianos, muchos de ellos niños, han sido asesinados en Pakistán por los yihadistas. Ni una protesta. Ni una manifestación, ni un “je suis…”, ni una acusación de cristianofobia a los autores del atentado ni a quienes les jalean.
Imaginen lo que hubiese ocurrido entre nuestra sensibilizada progresía de cartón piedra si el ataque se hubiese producido en un país occidental, en un parque frecuentado por musulmanes en París, Madrid, Roma o Londres.
Se prodigarían la protestas, comunicados con firmas de intelectuales de calella y manifestaciones diversas; los “je suis…”serian infinitos y los gritos iracundos de ¡islamofobia!, ¡ islamofobia!, atronarían las calles.