NARCEA/BERZOCANA.-La foto y su pie: Rumiando el silencio
Acabó agosto y con él la molicie veraniega del dejar pasar. Las playas comienzan a rumiar su silencio y soledad con la arena hollada de pisadas idas. Perdiéndose en la distancia, un solitario paseante apura las últimas bocanadas de la brisa marina del verano que agoniza mientras en el cielo, como gaviotas domadas por el brazo humano, las velas rompen el horizonte entre el mar y el cielo.