IBIAS.- Los vecinos de Tormaleo temen verse arrasados por el agua de una balsa
Los vecinos de Tormaleo, en Ibias, llevan meses demandando a la Consejería de Economía del Principado el peligro que supone el incremento del agua embalsada en las instalaciones de la mina a cielo abierto, hoy abandonada.
Los vecinos no se fían y miran con preocupación la continua subida de nivel. El agua amenaza con desbordarse por uno de sus laterales y amenaza a las viviendas del pueblo, la primera de ellas a tan solo unos 150 metros de la balsa.
La explotación minera pertenece a Coto Minero Cantábrico (CMC), antigua empresa de Victorino Alonso, que entró en liquidación. La de la Campa de Tormaleo fue precisamente una de las propiedades que el nuevo adjudicatario, Rodolfo Cachero no incluyó en su oferta de adquisición y por ello permanece sin actividad desde hace dos años y en espera de ser subastada.
José María Fernández, presidente de la Junta Vecinal de Tormaleo, explicaba a los medios informativos que hace años que el agua se acumula y que la salida a través del cauce del río Coragos está obstruida. Nuestro miedo, dice, “es que reviente y arrase el pueblo de Tormaleo”. Según sus cálculos, la balsa mide unos 300 metros de largo, por 100 de ancho y la cantidad de agua acumulada ya supera los cincuenta o sesenta metros de profundidad.
La gravedad de la situación ha llevado a la Junta Vecinal ha presentar varios escritos ante la Dirección General de Minas demandando una solución. La respuesta, cuentan, fija que la responsabilidad es de los administradores concursales, que se comprometieron a instalar un sistema de bombeo. Y aunque se desplazó maquinaria para tal fin “no llegaron a hacer nada”. El último verano y ano se evaporó agua, apuntan, y el nivel sigue subiendo a causa del deshielo y las lluvias de las últimas semanas y, si vuelve a llover, “existe el riesgo de que rebose por la parte más baja y se lleve por delante la mitad del pueblo”.
Por su parte, el alcalde de Ibias, José Ron , comparte los motivos de preocupación de los vecinos de Tormaleo aunque descarta riesgos inminentes. Es más, asegura que “hubo más peligro en invierno que ahora, que el agua está más baja. Aparentemente, peligro no tiene, que pudiera abrir un boquete hacia el pueblo es difícil” asegura.
El control de las instalaciones de la antigua mina de carbón podría pasar por una nueva adjudicación. A este respecto, “las esperanzas son pequeñas”, lamentó el alcalde, quien apuntó que los administradores “están vendiendo los bienes pequeños”. El Ayuntamiento de Ibias aspira a hacerse con varios viales.