TINEO.- Unas 60 cabezas en San Blas con buenos precios y frío
Frío, lluvia, aguanieve, nada pudo con los intrépidos ganaderos y vecinos de Tineo que acudieron a San Blas, en Tuña, como la tradición manda. Bueno habremos de precisar señalando “mandaba”, ya que, como todas las ferias esta también acusa la difícil situación por la que todas ellas pasan.
También conocida como “La feria de las naranjas”, en esta ocasión tan solo dos puestos ofertaban este cítrico que antaño era exclusivo de los agricultores del bajo Narcea que acudían con su producción de naranjas a Tuña y aunque “eran unas naranjas muy malas nos volvíamos locos porque no había otra cosa”, señalaba una vecina. Pese a todo, la tradición se mantiene y todo el que asiste a la feria se lleva a casa una bolsa. Como apuntábamos en la previa algunos la utilizan como justificantes ante la mujer de su estancia en Tuña.
En la Plaza del General Riego se concentraron unas 60 cabezas de ganado vacuno y 15 de equino. El frío no agilizó los tratos que se hicieron esperar hasta ya bien entrada la mañana. Número arriba o abajo se realizaron unas quince transacciones que supusieron la venta de la mitad de los animales expuestos.
José Vitorio, ganadero de Tuña, vendió una novilla con cría, por 3.000 euros. Señaló que los precios estaban siendo “bastante aceptables”, puesto que por las vacas de raza asturiana de los valles con cría se estaba pagando en torno a los 3.000 euros y por las novillas preñadas más de 2.000 euros. Otra de las transacciones que se cerró en este San Blas fue entre el ganadero belmontino Tibo García y la joven ganadera Carmen Pérez, que adquirió una asturiana de los valles en 2.500 euros. Una compra que mostraba con orgullo repitiendo que “vacas como esta no hay muchas”.
Al ser la primera feria estos datos se toman como orientación de cómo han de desenvolverse los precios a los largo de la temporada. Además de ganado, el mercado se complementa con puestos de alimentación, artesanía, exposición y venta de maquinaría agrícola.
