SUROCCIDENTE.- El Concurso de cuentos de la Treito
Se emitió un programa por Onda Cero con la intervención de los ganadores
La librería Treito ha incluido dentro de sus actividades culturales la convocatoria anual de un concurso de cuentos infantiles en la celebración del Día del libro infantil y juvenil, cada 2 de abril. En 2024 ha cumplido su 15º aniversario
El acto de entrega de premios, por diversas causas, tuvo que posponerse el pasado año y se desarrolló el pasado jueves, contando con la asistencia de los seis ganadores, elegidos entre los alrededor de 200 participantes
El concurso se divide en tres categorías según la edad: 7, 8 y 10 años; y en cada una se eligen los dos mejores cuentos. El jurado está compuesto por la profesora de Lengua y Literatura Amalia Fernández y el maestro y escritor José Luis Rodríguez Mera. Además, en él se hace partícipe a todos los niños del Suroccidente y se envía la convocatoria a todos los centros escolares de los cinco concejos (Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y Tineo). De hecho, entre los ganadores hay escritores tinetenses y cangueses.
En la categoría de siete años los premios se fueron para dos alumnos del colegio rural agrupado de Gera-Cuarto de los Valles, en Tineo. El primero fue Eloy Rodríguez, con su historia “El gato constructor”, y el segundo es Daniel Castro, con “La historia de Juan y su abuelo”. Entre los de ocho años, el ganador también se quedó en este centro escolar, Enol Iglesias, con el cuento “La vida de los pueblos”; mientras que la segunda fue María Fernández Leiguarda, del colegio cangués Alejandro Casona, que escribió “Un sueño de cine”. En diez años, consiguió el primer premio Lucía Agudín, del Alejandro Casona, con su cuento “Simplemente hielo”; y la segunda fue Ángela Arias, del colegio de Cangas del Narcea Maestro Casanova, por “La mejor reforma”. Todo ellos tuvieron que abordar la temática del pueblo vacío, ya que en el concurso siempre se propone un tema general sobre el que deben versar los relatos.
Los ganadores recibieron una bolsa de regalos, entre ellos libros, y un vale de 25 euros para compras en la librería.
“Con el concurso queremos fomentar la lectura y la escritura, de hecho de los ganadores de las primeras ediciones ya salieron algunos escritores de los que hemos presentados sus libros en la librería”, cuenta Antonio Fernández, de la librería, que recuerda que la idea surgió pensando en que entre las actividades culturales que promovían necesitaban enfocar algo para los más pequeños y al ver la respuesta a la convocatoria se instauró como una cita anual. Incluso llegaron a editar un libro con una recopilación de los cuentos ganadores hace ocho años que titularon “Cangas tiene mucho cuento” y ahora se plantean sacar uno nuevo, con los relatos premiados en los últimos años.
Así fue la presentación
Así resumió el presidente del Jurado, José Luis R. Mera, como fue el desarrollo el concurso en la presentación de los mismos para un programa de Onda Cero-Cangas
“Pronto hará un año que leí estos cuentos. Muchos de sus argumentos se quedaron diluidos en la memoria y enredados en las ventanas y pasillos del UCA en Oviedo. Aún así me ha bastado repasarlos de nuevo para reconvertirme en “constructor” y “reparador” de pueblos como han hecho cerca de doscientos niños de la comarca que se han presentado a este concurso bajo el lema de “Cómo activar tu pueblo”. ¡Y vaya si lo han hecho!
Alguno he sido capaz de explicarnos cómo arreglar las carreteas tan solo con cemento, pintura y un padre albañil; arreglar las baldosas del parque en un momento, llenar Cangas de guarderías infantiles, montar un taller para bizcochos y chucherías, una gran empresa de limpieza que contrate a mucha gentes; un zoo, levantar una gran empresa de móviles y ordenadores, un rocódromo, más veterinarios para repartirlos por los pueblos, un circo permanente, un centro de ballet, centros de deporte por todo el concejo y llenarlo también de parques de atracciones; restaurantes o parque acuáticos tan solo con un equipo de dos do niños. Nos contaron también como revitalizar Villager, Meillés o Bimeda, entre otros pueblos, o poner un supermercado en Morzó para que la gente pueda comprar y no se vaya o un restaurante en Biescas por los mismos motivos. Una niña quería ser alcaldesa para cambiar por completo su pueblo. Otros levantar en el concejo algo tan sorprendente como “Casas de acogida”, o más profesores para clases particulares, o construir una gran muralla alrededor de Cangas sin especificar para qué y que destruyó apenas terminada “un malvado”.
Imaginación no falta, ni tampoco momentos tiernos, o una sonrisa cómplice del lector. A veces uno no sabe si lo que lee son cuentos, o deseos o realidades de la mentalidad infantil. Y digo realidades por que en su mente si hay una adecuación entre la cosa a hacer y la razón. Con ellos volvemos a ser de nuevo niños”.
Bendita ingenuidad infantil.
