SUROCCIDENTE. Carreteras: protestas realidades y utopías
Hace unos días, asociaciones y plataformas vecinales del Suroccidente asturiano y de León se reunieron en Cangas del Narcea para rearmarse y hacer fuerza en favor de la inclusión del eje La Espina-Ponferrada en los presupuestos del Principado, y la conclusión de las obras de la A-63.
Acudieron alcaldes y representantes municipales (no todos) de los concejos afectados, el de Cangas del Narcea, José Luis Fontaniella, que actuó como anfitrión; el de Salas, Sergio Hidalgo, y la de Tineo, Montse Fernández, que no pudo acudir, aunque sí estuvieron miembros de su equipo. Por parte de la ‘Plataforma por unas carreteras dignas y seguras en el Suroccidente’, en ausencia de su presidenta fuera de la comarca, estuvo Fernando Álvarez, ‘Cañón’, y también acudió Julio Rubial, de ‘El Sil, sí’, de la comarca leonesa de Toreno. Otras plataformas de León asistieron por videoconferencia.
Relanzar la Coordinadora
Los vecinos decidieron relanzar la coordinadora en favor de la autovía, una conexión con la meseta cuya necesidad ha quedado de manifiesto, señalaron en la reunión, tras el reciente argayo del Huerna. «Vivimos con unas carreteras tercermundistas y esta comarca necesita esa autovía, aunque no forme parte de las prioridades del Gobierno. Vamos a lanzar un llamamiento a todos los militantes de base de todos los partidos, para que renuncien a su militancia si no apoyan este proyecto, que en esencial para nosotros», señaló Cañón tras el encuentro, en el que se acordó pedir una entrevista a la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, como primer paso para lanzar una campaña de apoyo al proyecto.
Es notorio que la práctica totalidad de los asturianos que viven en el suroccidente están entre molestos y vivamente indignados por el estado de sus vías de comunicación. A la total inexistencia de una red ferroviaria en un territorio que supone aproximadamente el 40% del Principado en extensión se suma el mal estado general de la red de carreteras y los fallos de conservación, agravados por varios argayos que en los últimos años han tenido consecuencias mortales.
Por si esto fuera poco, y tras promesas del Gobierno del Principado de que la principal arteria, la As-15, sería mejorada con zonas de adelantamiento, ensanche de su calzada y vitando algunas travesías urbanas que hoy por hoy siguen suponiendo auténticos cuellos de botella, lo cierto es que la carretera sigue siendo más un fondo de saco que una verdadera conexión entre ambas comunidades.
Sensación de abandono
Todas estas circunstancias llevaron a las diversas asociaciones vecinales, como ‘El Sil sí’, por parte leonesa, y ‘El Suroccidente también es Asturias», por la del Principado a la reunión de Cangas del Narcea.
En el encuentro se constató esa «sensación de abandono» por parte de los gobiernos autonómicos asturiano y castellanoleonés, y también por parte del Gobierno del Estado. Y así lo señalaba el presidente de ‘El Sil sí’, Julio Rubial, de Torenoprecisanaado que «hace un año, Barbón hablaba de que se estaban haciendo trámites para conseguir que la As-15 se transfiriese a la Red Nacional de Carreteras, pero no hay nada de nada”.
Con la expuesta iniciativa del Principado, de concretarse, la As-15 pasaría a ser una carretera nacional (una N- como la N-630, por ejemplo), lo que supondría la obligación, al menos sobre el papel, de afrontar todo ese tipo de amejoramientos, como dotarla de arcenes en toda su extensión y de una anchura de calzada de al menos nueve metros, (tres por cada carril y al menos 1,5 metros por cada arcén, preferentemente 2,5 metros) y con una velocidad máxima permitida de 90 kilómetros por hora.
Pero toda esta zona de ambas regiones está ya muy cansada de esperar y de seguir, mientras tanto, perdiendo población y actividad económica, en un círculo vicioso perverso, que incita a los responsables de las administraciones públicas implicadas a obviar el problema, al ser cada vez menos rentable de cara a las urnas.
Por eso mismo, en la reunión se adoptaron una serie de acuerdos sobre las medidas que se reclamarán a las administraciones autonómicas y nacionales. La primera, que se concrete ese traspaso de la As-15 a la Red Nacional y que el Gobierno del Estado actúe en consecuencia, lo que llevaría a conectar con El Bierzo a través de dos opciones principales. Una, la actual, la CL-626, que por Villablino conecta, por una parte, con todo el norte de León y, por otra, con la carretera que lleva a Ponferrada.
La otra opción sería que desde Cerredo y «arreglando los ocho kilómetros que lo unen con Caboalles», se aprovechase la antigua pista minera de Valdeprado, »una opción con la que se ahorran 25 kilómetros entre Cerredo y Ponferrada respecto a ir por Caboalles hasta Villablino y con la que se aprovecha que esa pista minera, de unos doce metros de anchura y reasfaltada ya por los ayuntamientos de Palacios y Páramo del Sil tras haber sido cedida a la junta vecinal de Anllares, de Páramo del Sil«. Si a esto se sumase la antedicha actuación integral sobre la As-15, el recorte de kilómetros sería aún mayor.
¿Esperar por la apertura de la A-63 hasta el año 2027?
En todo caso, si en algo están de acuerdo todos los asistentes a la reunión habida semana en Cangas del Narcea es en la necesidad de que se termine la obra de la A-63, la autopista cuya conexión con la localidad tinetense de La Espina quedó paralizada cuando hace ya más de tres años se produjo el argayo de mayor volumen y de los de más compleja solución técnica por las condiciones geológicas del terreno en que se encuentra, en las proximidades de Casazorrina (Salas).
Julio Rubial asevera que «no es de recibo que esa autopista, que supondría un avance esencial para la conexión entre Ponferrada, Cangas y el puerto de El Musel, no vaya a abrirse antes de 2027. Para ello será necesario también que desde La Espina y por Tineo se acabe de arreglar la conexión con la As-15. Y no vendría mal un replanteamiento y modernización de la conexión de La Espina con el municipio de Valdés, lo que aportaría una flexibilidad muy necesaria en las conexiones entre el suroccidente asturiano y el noroccidente y, a través de la autovía del Cantábrico, con el noroeste de Galicia.