De Alsina, calabornios y fiscales
Avanzaba camino arriba contra corriente del Luiña, cuando Alsina comenzó a entrevistar al Fiscal General del Estado. Presté atención pero… vano intento… tan solo me venían a la cabeza los Hermanos Marx y aquel gag tan suyo y que tan famoso y descriptivo se hizo en lo que al lenguaje jurídico y administrativo se refiere y que venía a decir algo así como que “la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte… y la segunda parte de la parte contratante será considerada… y la tercera parte de la parte contratante de….y la tercera… y la cuarta……
El entrevistado contestaba al periodista: Sí, sí, ese fue el documento elaborado por los fiscales de sala que sometieron al fisca jefe de la misma que, por cierto, no es vinculante y que puede ser tenido en cuenta o no, por el fiscal jefe de sala…Y seguía.., pero es la opinión fundada de los fiscales de sala de la Audiencia que no tiene por qué coincidir con la de los fiscales de sala del Supremo que puede ser totalmente distinta y que también puede ser o no ser aceptada, y puede ser o no revocada por el fiscal jefe de la Sala de la citada Audiencia o del Supremo que, por cierto, es independiente de la sala de la Audiencia aunque también su fiscal jefe puede tener o no en cuenta sus informes y aceptarlos o no, él decide.
Y nos aclaraba: y así sucede con los fiscales y sus jefes en el Consejo Fiscal, la Junta de Fiscales de Sala y la Junta de Fiscales Superiores de las Comunidades Autónomas que pueden o no pueden coincidir en función de su independencia, pero siempre dentro de una estructura orgánica piramidal. Resoplo y paro frente a la estacada de Fariñas, me quito los auriculares y me digo: “Vamos que aquí lo que queda claro detrás de tanta palabrería es que el jefe siempre tiene razón”
Preguntaba una y otra vez el periodista y el fiscal jefe respondía con soltura en un galimatías de frases, palabras y conceptos tal que parecía manejaban una Lengua distinta cada uno… Me acercaba a La Himera totalmente grogui mientras, a través de los auriculares seguía oyendo: …Y ello no es exactamente así porque ustedes opinan sin sentido jurídico de la cuestión opinable y sin tener en cuenta la Norma Z en relación con la H y el tirularilo de la decisión indentitaria y significativa del chunda-chunda en relación con la laudatoria de la Comisión Informativa fiscal que tampoco es vinculante porque como le dije decide cada fiscal jefe de cada sala independientemente de las opiniones de las juntas y sus informes , todo ello en relación de la primera parte de las segundas partes de la sala del Supremo que no tiene nada que ver con la Sala del Constitucional que no es vinculante con los fiscales del más allá … En mi entendimiento (si es que quedaba algo de él) hacía ya tiempo que los hermanos Marx y el fiscal jefe se habían convertido en una misma cosa. Ya no tenía ni idea de qué repajolero asunto estaban hablando Alsina y el fiscal jefe. Tan solo me quedó claro que en función del aquí, allí, el hasta luego y el veremos, siempre prevalecía lo que el fiscal jefe decidiese y de ahí para abajo nis de nis. Y luego señalaba, cual abad en pulpito, que la justicia debía ser clara y llegar al pueblo… Pues eso… me dije abriendo la boca
Para este viaje no necesitaba yo alforja alguna ni mucho menos llegar hasta La Himera y colgar los auriculares en un calabornio junto al río.
Sonreí y me dije: tal parece que de calabornios va precisamente el asunto