BERZOCANA.- La iglesia es declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento
El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado un decreto por los que se declara Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, en Berzocana. El edificio, que data de los siglos XV y XVI, es uno “de los más bellos templos góticos de Extremadura”, explica la Junta.
Asimismo “se considera un hito religioso en la comarca dado que ahí se custodian los restos de San Fulgencio y Santa Florentina, patronos de la Diócesis de Plasencia, motivo por el que el templo parroquial fue objeto de grandes peregrinaciones en los siglos XVI y XVII”.
La iglesia, ubicada en el centro de la localidad, está construida mediante mampostería, granito y ladrillo y en ella se combinan elementos góticos y renacentistas. La torre, situada a los pies del templo, es la zona más antigua. En ella prolifera el ladrillo como material de construcción, lo que se relaciona con el estilo mudéjar.
Interiormente, el templo presenta planta de salón, con tres naves de cuatro tramos separados por arcos de medio punto, cubiertas con bóvedas de crucería, de terceletes. En las claves son visibles tallados, blasones de los obispos constructores y otras figuras. El presbiterio es pentagonal, también cubierto por bóveda de crucería y, junto al mismo, se sitúa la sacristía. Y a los pies del edificio está el coro.
En términos históricos, la capilla de los Santos es el espacio más importante del templo. Consta de dos plantas; en la superior se encuentra el arca con las reliquias de los santos, y en la planta baja se ubica el retablo de San Fulgencio y Santa Florentina, de estilo protobarroco, que alberga las tallas policromadas de los santos Fulgencio, vestido de obispo, con mitra y báculo; y Santa Florentina, vestida con manto negro, babero dorado y portando báculo.
Además, destacan el retablo de los Santos, que acoge la talla de San Sebastián (siglo XVI) y una imagen del Niño Jesús (del XVIII); el retablo-tabernáculo, el de San José y el de San Antonio de Padua.