ALLANDE se quedó sin librería
Y lo que se temía terminó sucediendo. La única librería de Pola de Allande cerró sus puertas después de 24 años de trabajo de sus propietarios, Fernando Rodríguez y su mujer. Aunque el librero alargó su fecha de jubilación para intentar conseguir a alguien que se hiciera cargo del negocio, no lo logró y el miércoles, 24 de enero, cerró definitivamente sus puertas. Y la despoblación continúa
Fernando Rodríguez explicaba a vecinos y curiosos que “se dieron todas las facilidades” para encontrar a alguien se pudiera y quisiera hacerse cargo de la continuidad de la librería San Andrés”, porque siempre creyeron que “es una pena que se cierre un comercio que prestaba muchos servicios y acercaba la cultura al pueblo”.
Prensa, libros, papelería, juguetes y chucherías son algunas de las cosas que se podían encontrar en el establecimiento, en el que también se desarrollaban altruista ayudas sociales como efectuar servicio de fotocopias y otras gestiones como fichar el paro, ayudar con escritos o con problemas en los teléfonos móviles o dar informaciones turísticas. “Siempre hicimos cosas que no se correspondían con lo que es una librería, pero la gente es muy agradecida y aquí nunca decíamos que no, es algo que no va conmigo”, asegura Rodríguez.