SUROCCIDENTE.- La salida al Bierzo por Valdeprado “corresponde al Estado”, apuntan desde León
En lo que a la carretera que desde Cerredo lleva a Toreno por el Sil buscando la salida asturiana al Bierzo la Administración autonómica castellano-leonesa pone sobre la mesa es que sea el Estado quien se haga cargo de ella y dice que ese es un fin compartido con el Principado de Asturias.
La carretera que conecta los municipios de Páramo del Sil y Degaña y León con Asturias no es parte de la red autonómica y sigue sin haber en la Consejería de Movilidad y Transformación Digital leonesa intención de que así sea, pese al interés general del territorio y a la instancia del Procurador del Común. La opción que se pretende que esta carretera se convierta en estatal, algo que, por otra parte, tanto el presidente de la Junta de Castilla y León como la consejera de Movilidad y Transformación Digital han solicitado en sus respectivas peticiones al Gobierno de España.
Por otra parte aseguran que las entidades y comunidades afectadas, propietarias de los terrenos por donde discurre la citada vía, no han iniciado los trámites para revertir la titularidad de los terrenos cedidos en su día a una empresa minera y que esta devolvió a los titulares una vez cesada su actividad. Señalemos aquí que a propietarios y entidades locales menores de lado asturiano les ha dado tiempo a transferir los terrenos al Gobierno autonómico y la vía figura ya en la red del Principado, habiendo sido arreglada y habiéndose consignado ya partidas en los próximos presupuestos para su mejora.
Así las cosas la parte asturiana está perfectamente utilizable. No así la leonesa que acumula problemas y más problemas. Incluso se da el caso de que en la parte asturiana se limpia la nieve y en la leonesa no, salvo la que, a título individual retiran algunos vecinos de los pueblos afectados como Valdeprado.
Sí están de acuerdo ambas administraciones en que la vía resultante sea de responsabilidad estatal pero no lo están en cuanto a su conservación. Y hasta que ello llegue apunta para largo
