CANGAS DEL NARCEA.- ·En la recta final de la vendimia: “Estamos ante una cosecha histórica”
La vendimia, que ya ha finalizada para muchos viticultores de Cangas del Narce e Ibias, sobre todo para aquellos que cultivan la variedad autóctona de albarín blanco, ha traído consigo una recolección histórica, con cifras tan solo equiparables a la de los años previos a la pandemia.
Las cifras hablan por si solas: 7.000 kilos por hectárea, aproximadamente, ha dado el albarín blanco, la uva que reina en los viñedos adscritos a la DOP Vino de Cangas y la primera en vendimiarse, dada su rápida maduración. «Ha sido una cosecha de mucho éxito, tanto en cantidad como en calidad. La uva ha alcanzado un grado óptimo, en torno a los 13 grados. La vendimia se ha adelantado bastante dado el buen clima que hubo durante esta temporada estival, con mucho sol y poca lluvia, unas condiciones que precipitaron la maduración de la uva y ayudaron a mantenerla sana, frenando que el hongo mildiu o la botritis la pudriesen, como ocurrió en las últimas temporadas.
El mayor viñedo en Ibias de la reina blanca se sitúa en el pueblo de Uría y está gestionado por la bodega del Monasterio de Corias. Andrea González, una de sus trabajadoras, confirma que esta parcela, de hectárea y media, ya esta vendimiada, habiéndose recolectado en ella “más de 10.000 kilos de albarín blanco”. Las cifras que proporciona González son proporcionalmente igual de exitosas que las de Bodegas Verdea: 7.000 kilos de albarín blanco por hectárea.
Aunque en parcelas de menor tamaño se vendimió con igual éxito, el presidente de la asociación de Viticultores y Bodegueros del Valle del río Ibias (VIBO), David Oviaño, recolectó en media hectárea 2.200 kilos de mencía y 710 más de godello y verdín blanco, como se le conoce en Ibias a la reina blanca de los viñedos heroicos del suroccidente.
Los viticultores y bodegueros de la DOP vino de Cangas están entrando en la recta final de la campaña de la vendimia. Una cosecha que este año llegó más adelantada de lo habitual y que también finalizará antes. De hecho, la mayor parte de los viñedos ya no tienen ni un racimo, como es el caso de Viña Grandiella, que al producir albarín blanco, la variedad que madura más temprano, ya realizó su recogida a principios de mes.
De hecho, los viticultores ya empiezan a recoger la variedad carrasquín, la que tiene una maduración más tardía y que en años anteriores su vendimia se podía alargar incluso hasta el mes de octubre. Aunque todavía quedan unos días para el cierre de la campaña, los viticultores ya hablan de una cosecha “histórica” tanto por la cantidad como por la calidad del fruto recogido, en un año que ha transcurrido sin sobresaltos después de varias campañas complicadas.