SUROCCIDENTE.- Intercambiar y compartir especialistas como posible solución a los problemas sanitarios de las alas
Que la problemática que se plantea en torno a la cuestión Sanitaria en lo que a la Seguridad Social respecta se acerca a la gravedad es incuestionable. Si ello lo vemos desde el punto de vista de las llamadas “alas asturianas”, en una de las cuales nos encontramos, lo es aún más. La polémica está servida
Las soluciones que se proponen son complicadas y muy discutidas. Se plantea ahora una nueva organización que no circunscriba el trabajo de los médicos a un solo hospital, sino que contemple –de manera estable y planificada– que los especialistas puedan desarrollar su tarea en un centro sanitario grande y otro pequeño, asegurando así la cobertura de los servicios en los hospitales, dicen. Así pues, la legislatura sanitaria entra en fases que pueden exigir del equipo de la nueva consejera de Salud, Conchita Saavedra, “soluciones distintas a las aplicadas hasta la fecha”.
El problema más peliagudo se plantea desde la falta de médicos. El déficit de especialistas de familia para los centros de salud lleva años de evolución y ha sido objeto de diversas medidas paliativas sin que parezca estar, ni mucho menos, solucionado
La cuestión que parece haber entrado en una etapa más crítica es la escasez de médicos de hospital en diversas especialidades. Y, en concreto, lacarestía que sufren los tres centros periféricos: los de Jarrio (Coaña), Cangas del Narcea y Arriondas. Las soluciones no son sencillas. Por ejemplo, el problema no se zanja simplemente convocando plazas fijas para esos hospitales ya que se han convocado en varias ocasiones y “siguen quedando vacantes”, señala un gestor sanitario. Este hecho se debe a que algunos especialistas aprueban la OPE por concurso-oposición pero, al ver que las plazas disponibles son de los hospitales de las alas, prefieren rechazarlas y esperar al siguiente procedimiento selectivo, para el que habrán acumulado algunos méritos más y, además, tendrán como competidores a colegas con menos puntuación. De este modo, ganarán opciones de cumplir su aspiración: acceder a alguno de los grandes hospitales de Asturias.
La alternativa que barajan desde hace un tiempo los gestores sanitarios consiste en que los hospitales grandes puedan compartir con los pequeños especialistas de determinadas disciplinas en las que se registra mayor escasez “desarrollando con más decisión el trabajo en red”. Ítem más: los médicos de los hospitales grandes deben tener claro que en una porción de su jornada deberán dar cobertura a los hospitales más pequeños. Y, viceversa, que los facultativos de los centros periféricos puedan acudir a otro de más envergadura para ejercitarse en técnicas que no están implantadas en su propio hospital.
En elServicio de Saalud de Principado está vigente la posibilidad legal de imponer traslados forzosos durante determinados periodos de tiempo, incluso días pero, por lo general, esta fórmula coercitiva genera malestar y no convence a nadie. Además, carece de un marco estable y sólido desde un punto de vista legal y organizativo.
La idea es generar un flujo bidireccional. Por un parte, que médicos de centros grandes se desplacen algunos días a hospitales pequeños. Por otra, que profesionales de áreas periféricas “puedan desarrollar su carrera y avanzar en campos muy específicos que quizá no sean posibles en hospitales pequeños”, indica un gestor.
De todas formas, según los sindicatos sanitarios y partidos que han valorado este informe, una condición necesaria es el ofertar unas mejores condiciones laborales que hagan más atractivas las plazas de médico en los hospitales de las alas de Asturias y, también, no empeñarse en que los centros más pequeños dispongan de un cuadro médico asimilable al de los hospitales más grandes
La oposición
En su análisis de esta propuesta, las organizaciones sindicales reclaman el desarrollo legal de los denominados puestos de difícil cobertura.
Graciela Martínez, coordinadora de sanidad del sindicato Usipa señalaba al respecto que “la bidireccional de profesionales podría ser viable en determinadas especialidades médicas y circunstancias concretas. Ahora bien, la población debe entender que, competencialmente, y pese a tener la misma especialidad, el tipo de trabajo es diferente en las distintas áreas sanitarias, incluso en las centrales. Nuestro sistema no debe permitirse, por ejemplo, tener personas superespecializadas en una disciplina concreta realizando trabajos menos específico por ‘cubrir el expediente’. De igual manera, un profesional de las alas cuenta con conocimientos mucho más generales dentro de su especialidad para poder dar cobertura a las necesidades de su población diana. Un ‘cambio de cromos’ no es garantía de la mejora en la calidad asistencial ni mucho menos de la satisfacción profesional y personal del facultativo en caso de tener que trabajar en varias áreas sanitarias”.
Tatiana Soto, secretaria de Salud de UGT, precisa que: “cubrir las necesidades de profesionales en las alas tiene que pasar por una mejora de las condiciones laborales y por una definición de ‘puestos de difícil cobertura’, “deben darse pasos en este sentido, precisa.
Pilar Fernández Pardo, diputada autonómica del PP señala que “el problema que hoy padece nuestra sanidad es fruto de la mala gestión y la falta de previsión de la actual Consejera de Salud en su función como gerente del Sespa durante los últimos años. El Gobierno autonómico es quien debe generar condiciones atractivas que sirvan para atraer a los profesionales, como mejorar sueldos, facilitar el desarrollo de la carrera profesional y, por supuesto, realizar una mejor gestión del servicio tanto para profesionales como para pacientes.
José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico (SIMPA) señala que “en Asturias, ese planteamiento de compartir médicos se complica porque la ‘red’ se asimila a modificación del mapa sanitario. Si el papel es contentar al alcalde o a los vecinos de turno, todo modelo sanitario está condenado al fracaso, aunque proporcione réditos políticos cuatro años.
Pues ustedes verán pero la solución, al menos de momento, no se presenta fácil