CANGAS DEL NARCEA.- Y tras las danzas vinieron los duelos y quebrantos
Ayer le hablaba yo de que con la reorientación habida transformando en `Corral de Comedias´ el del Toreno, habían coincidido en acción y armonía tanto gentes de Cangas como de Allande o Tineo felicitándome de ello y en la esperanza de que todo ello vaya aún más allá y abra nuevos caminos de cooperación que superen viejas e incomprensibles envidias y rivalidades para remar todos en una misma dirección en la idea de poner en marcha nuevos proyecto conjuntos que faciliten su potenciación. Bueno es ello en tiempo de tribulaciones y futuros inciertos.
Mas en la misma línea he de señalar que me satisfizo el encontrarme en la cena ambientada en el Siglo de Oro, primero con la gran cantidad de cangueses que, debidamente ataviados para la ocasión, allí se congregaron y, segundo, al encontrar entre ellos a concejales del gobierno, dígase PP, y de la oposición, léase PSOE, presentes en el acontecimiento debidamente ataviados para tan especial ocasión. Me congratula que después de muchos años de ver como sencillas diferencias políticas llevaban a incomprensibles antagonismo en lo personal pueden irse rompiendo y más aun que lo hagan en ambientes con un trasfondo cultural. Espero que no sea la última vez y estas actuaciones lleguen a normalizaste; seguro que la ciudadanía, sea del signo que sea, lo agradece.
Pues allí, en la Plaza Conde Toreno, se sentaron unos y otros para, tras las danzas de época que protagonizaron los miembros del grupo de baile “San Juan Bailón” (del Hogar de Mayores) por las calles de la villa, dar cumplida cuenta de unos `duelos y quebrantos´ que seguro hubieran hecho chuparse los dedos al comilón de Sancho e incluso a su señor don Quijote. Avivo la memoria de mis oyentes señalando que los duelos y quebrantos son un plato tradicional de la cocina manchega cuyos ingredientes principales son huevos, chorizo y tocino de cerdo entreverado, conocido internacionalmente por aparecer referencias de él en el libro de Don Quijote de la Mancha. Aquí , el chorizo viene a sustituirse por picadillo.
Y si antes resaltamos la labor de los actores habremos ahora de hacerlo aquí con los danzantes que hicieron viajar a los cangueses a otros tiempos con sus danzas de época por la calles de la villa, tanto en la tarde del viernes como en la mañana del sábado. Espectadores hubo que, alabándolos, argumentaban lo bien que quedarían estos bailes-desfiles en la Fiesta de la Vendimia que, digo yo, algo de traslado a otras épocas guarda también en su esencia. Y más aún fueron admirados al saberse que la gran mayoría de los trajes, que llamaron especialmente la atención, habían sido elaborados a mano por mujeres del mismo grupo en un taller que a tal fin tienen en el Hogar de Mayores. Doble felicitación pues y recordar a todos que envejecerán los cuerpos, pero nunca el espíritu si es éste el que se cultiva.
Nos vemos al año que viene en el Corral de Comedias y en los bailes y cenas del siglo XVI