SUROCCIDENTE.- Los votos de la emigración pueden resultar decisivos
Miren ustedes: si agrupamos los electores censados en el extranjero e inscritos en Asturias nos darían para llenar lo que sería el tercer municipio con más sufragios potenciales, solo por detrás de Gijón y Oviedo.
So nada menos que 123.184 los electores residentes en otros países con derecho a votar en las próximas elecciones autonómicas. Ello hace que el Principado sea la región, de las doce que ahora renuevan sus parlamentos, en cuyo censo es donde más pesan los digamos “ausentes”. Son el 12,8 por ciento del total de los llamados a decidir y es tal su importancia que los convierte potencialmente en los más decisivos de España
Pese a que Asturias es la cuarta región menos habitada de las que eligen diputados en mayo, solo tres autonomías cuentan con más votantes emigrantes: la Comunidad de Madrid (372.218), Canarias (162.092) y por muy poco la Comunidad Valenciana (125.644).
Y en esta ocasión, por primera vez desde 2011, los electores residentes en el extranjero podrán ejercer su derecho sin necesidad de “rogar” el voto, un engorroso trámite previo que dificultó y redujo los niveles de participación electoral de la diáspora en las últimas citas con las urnas. Los apenas 2.600 asturianos del extranjero que votaron en las autonómicas de 2019 representaban entonces un escaso 2% del censo de ausentes y no resisten comparación alguna con los más de 10.000 que llegaron a solicitar las papeletas para votar antes de la imposición del “voto rogado”.
Ahora, tras la reforma aprobada el año pasado, que además de eliminar el ruego prevé otras facilidades como que los electores reciban de oficio la documentación para votar en sus domicilios, o que puedan descargarse de forma telemática las papeletas para evitar los engorrosos retrasos del envío postal, promete elevar el peso de los votos que se emitan desde del extranjero, lo que los puede categorizar como “decisivos”.
Allande tiene más votantes fuera que en el propio concejo
Pero vamos al por menor: Hay votantes expatriados inscritos en los 78 municipios de Asturias, pero con una distribución tan peculiar que altera el orden de los más habitados de la región. Uno de cada cuatro de estos inscritos está en Oviedo, que con 31.141 electores dobla a los 14.626 de Gijón. El tercero es Llanes, con 8.002, y más lejos vienen Mieres (3.960), Cangas de Onís (2.917),Langreo (2.830) o Valdés (2.820). Incluso hay cinco pequeños concejos de las alas con más electores en el extranjero que dentro de su territorio: Y aquí aparece nuestro vecino Allande, Ponga, las dos Peñamelleras, y Pesoz.
Y es tanta la potencia de este número de votantes que si los agrupamos por procedencia en Argentina, México y Cuba (donde más hay) que tienen derecho a pronunciarse, conformarían el séptimo, octavo y noveno concejos en población con derecho a voto.
Aquí, en esta zona occidental, aunque en total son menos que en el centro, su número es micho más desequilibrante. Su número asciende a 26.953 (un 21,8%) por lo que el peso de la zona crece de forma significativa cuando se aíslan los electores que pueden votar desde el extranjero. Se deduce pues que la emigración puede decantar con más facilidad escaños en las alas, y es en ellas donde teóricamente menos votos cuesta un diputado… Con ese cóctel de factores se explica sin dificultad el interés que han puesto los partidos en salir a pescar adeptos al otro lado del charco, algo que perjudica notablemente a las formaciones más pequeñas que no pueden efectuar estos desplazamientos.
