BERZOCANA.- Isaías se nos fue en silencio

El pasado día 24, día de mi cumpleaños, se nos moría Isaías. Isaías Granizo Escobar ha sido un referente en mi familia y especialmente entre nosotros, mis hermanos y yo, y mis primos los Pastor Rodríguez.

Llegó Isaías como aprendiz a la sastrería de mi abuelo Juan Luis, ubicada en la ahora Calle Santa Florentina núm. 1, cuando la vivienda respondía a otra estructura, iniciada la década de los años cincuenta. Fue pues testigo directo muy cercano a nuestro crecer en lo físico y lo mental y no ajeno a nuestros juegos en un principio, pues debía de andar entonces por los 18 años, y posteriormente a nuestras primeras obligaciones en el taller quitando hilvanes, ayudando a planchar o a repartir la ropa entre los clientes.

En mi caso fue aún más allá por cuanto, en esos años en que las edades vienen a mezclarse creando amplios arcos de unión entre las más cercanas que se diluyen en ellos, los de mi edad andábamos al retortero de un grupo formado por berzocaniegos que andaban allá entre los 20 y 25 cuando nosotros apenas alcanzábamos la mayoría de edad y al que pertenecían, amén de Isaías otros como Juan Pajarino, Pepe Merino, Pacorro, Pepe el de tío Diego, Pedro Ramono, Nicanor Sopinas…

De todos ello he hablado en más de una ocasión narrando sus aventuras festivas, sus dichos y sus ocurrencias de muchas de las cuales fui testigo y otras me fueron contadas.

Pese a ello y a su habitual buen humor no tuvo una vida fácil y su cojera, pese a sus operaciones de mozo con las que sufrió mucho, se fue agravando con los años hasta llevarlo a una silla de ruedas en los últimos. Vivió solo mucho tiempo dedicado en cuerpo y alma a la sastrería hasta que el paso de los años fue limitando sus movimientos y se vio precisado a retirarse a un Centro de Mayores en el que ha fallecido.

Sus restos mortales fueron enterrados el día 25 en el cementerio de Berzocana

Isaías amigo, te recordaremos siempre. Descansa en paz.