La foto y su pie: Javier y su batería

La mirada de Javier busca el futuro entre parches y platillos. No le arredra el volumen que conforman metal y piel rodeándole. Él fija la mirada en el futuro sin saber que lo está haciendo. Está concentrado, pendiente quizás de las notas que emita el instrumento al que ha de acompañar y dar el ritmo necesario y pertinente que ha de envolver la melodía para que ambos sonidos lleguen en perfecta comunión y armonía al oyente,

Sujeta los palillos de madera a la vez con firmeza y delicadeza, consciente de la importancia del momento. Incluso de su importancia.

Y golpeando parches y platillos hará que lo que sin orden ni armonía sería un ruido desagradable, se transforme en envoltura rítmica y amigable de una melodía. Y de esa melodía, de su tempo, de su compás e intensidad, dependerá el que Javier imprima a su batería. O quizás también sea que el ritmo e intensidad de ésta marque las condiciones musicales de aquella. De una u otra forma es música.