Día internacional del inodoro. De cuando las cuadras eran el inodoro global
El pasado sábado se celebró el “Día internacional del inodoro”. Adivino su sonrisa al conocer tal hecho. También me sucedió a mí. Y vine en recordar que este esencial invento para la humanidad acabó con múltiples enfermedades y epidemias cuando se extendió. Y a pesar de haber tenido sus inicios hace más de 4.000 años, llegó a muchos de nosotros hace prácticamente “unas pocas fechas”.
Seguro que muchos de ustedes recordarán, como si tan solo hiciese unos días, aquellos en que la única manera de aliviarse pasaba necesariamente por bajar a la cuadra y sorteando heces de unos y otros animales, depositar las tuyas. Y eso los que tenían cuadra a mano, otros habían de dirigiere al descampado más cercano ( en mi niñez en mi pueblo natal, Berzocana, al de las Carretas) y, unas veces a carrereas, y otras en difícil equilibrio dejar hacer a la Naturaleza, eso sí, con más seguridad de pisar en limpio. El problema para unos y otros llegaba a la hora de limpiarse. Lo del papel era una utopía y el único que podía encontrase por casa era el llamado `de estraza´ en el que se envolvían las compras, áspero y duro. Si se disponía de alguna hoja de higuera o de berza a mano, la situación podía solventarse bastante bien. Normalmente, una piedra salvaba el momento. ¡Imagínense!
También era muy socorrida la solución del orinal especialmente para los mayores o gente con limitaciones en las noches El problema estaba en que aquel se vaciaba arrojando su contenido por la ventana, sin miramiento alguno, y al grito de ¡Agua va! Lo que, amén del peligro para los transeúntes, propagaba enfermedades contagiaos como el tifus
La instalación sistemática de inodoros en esta comarca no llegó hasta iniciados los noventa, justo cuando se dio especial empuje al saneamiento de los pueblos. Por cierto, aún quedan algunos a los que no ha llegado.
En este sentido, John Harrington ha pasado a la historia como quien inventó el inodoro que ayudó a poner fin a siglos de enfermedades contagiosas. Fue este renombrado inglés quien inventó el inodoro moderno, aunque tal invención no llegó hasta el siglo XVI. Por desgracia no consiguió librarse de las mofas de sus allegados que consideraron que era un invento ridículo y completamente prescindible.
Pero en realidad, el primer inodoro de la historia tiene miles de años de antigüedad y en la Roma del siglo I d.C. ya había instalaciones que se utilizaban para hacer sus necesidades mayores. Eran colectivas, completamente abiertas y se utilizaban para charlar y cotillear, Tardarían años en separarlas con mamparas de madera, pero tan solo en los laterales. Había también un concepto de urinarios públicos llamados columnas mingitorias. Estas letrinas públicas dejaron de utilizarse tras el colapso del Imperio Romano, lo cual generó un clima de insalubridad durante toda la Edad Media que tuvo consecuencias terribles. El resto ya lo conocen.
Otros tiempos, otras gentes
