Y Limés dio nueva vida a su viejo templo
Alegría, satisfacción, orgullos. Con estas premisas los vecinos de la parroquia de Limés, en Cangas del Narcea, asistieron el domingo a la celebración de la eucaristía en su nueva-vieja iglesia.
Y es nueva porque con trabajo, constancia, esfuerzo y unión, han logrado completar las rehabilitaciones más urgentes en el templo dedicado a Santa María
Y explican: “Reparamos el tejado, la pintamos por dentro y por fuera, y también arreglamos el interior de algunos armarios. La iglesia necesitaba una reparación urgente. Ya había hasta filtraciones de agua. Tenemos que luchar por el patrimonio cultural que tenemos”. Y rematan los vecinos: “En principio había muchos condicionantes, pero logramos llevar todo adelante, que es lo importante”.
Pero no es esta la única acción de los vecinos de Limés. Un poco antes de la pandemia fundaron un colectivo con la intención de “promover actuaciones para que el pueblo recupere sus costumbres, su vida social y el esplendor que lucía antaño”, asegura su presidente, Antonio Fernández.
Ya el pasado verano impulsó la restauración de la iglesia como elemento esencial del pueblo. “Colaboraron prácticamente todos los vecinos de la parroquia. El Arzobispado puso algo más de la mitad de la financiación que hacía falta ya que los vecinos reclamamos el dinero que hace años se sacó por la venta de los terrenos de la rectoral. El resto lo puso el pueblo. Hubo gente como Pepín “El de La Casilla”, que puso toda la instalación eléctrica, con focos leed, desinteresadamente”