Muere un joven de 43 años por el impacto de un árbol que estaba cortando
Llamas de Ambasaguas
La Muestra ganadera que se estab desarrollando en La Himera se llenó de dolor y consternación cuando comenzó a correrse la noticia de que el ganadero José Manuel Menéndez González, de Casa Perico de Llamas de Ambasaguas, soltero, fallecía a los 43 años mientras realizaba la poda de un árbol en una finca de la localidad a tiro de piedra de la villa canguesa. Todo apunta a que el fallecimiento se produjo por un golpe debido al impacto del árbol que estaba cortando.
La mala fortuna se ceba de nuevo con esta familia, dado que hace más de diez años fallecía el padre de José Manuel, también ganadero, en un accidente con un tractor.
A las nueve de la mañana del domngo, el cuartel de la Guardia Civil recibió varias llamadas de vecinos del pueblo alertando que escuchaban gritos de auxilio de varias personas desde sus casas. De inmediato, se desplazaron dos patrullas de la Benemérita así como la ambulancia, cuyos facultativos solo pudieron certificar la muerte del ganader. La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los compañeros de la profesión que, ayer, participaban en el certamen ganadero local de raza asturiana de los valles. Menéndez será despedido hoy en la basílica parroquial de Cangas del Narcea a las 17.00 horas y acto seguido será enterrado en el cementerio municipal.
La capilla ardiente, en la sala número uno del tanatorio de Cangas del Narcea a partir de las 14.00 horas.
Luto en la muestra de ganadería de Cangas del Narcea. Según iban llegando los asistentes a este certamen, conocían la tragedia que acababa de suceder. Un ganadero cangués, José Manuel Menéndez, de 43 años y original de la localidad de Llamas de Ambasaguas, de Casa Perico, había fallecido por la mañana. Estaba talando un árbol con una motosierra en un prau cercano al barrio de Santa Catalina en la villa canguesa.
Las primeras hipótesis apuntan a que el árbol pudo haberle caído encima, aunque tampoco se descarta que se hiriera de forma mortal con la motosierra.
Sus compañeros de profesión lloraban esta mañana su muerte, que tiñó de luto la feria ganadera de Cangas del Narcea, concejo en el que era muy conocido. Soltero, vívia en una zona cercana a la capital del municipio, donde tenía una ganadería vacuna. «Los mejores se van antes», lamentaban los ganaderos en el recinto ferial de la Himera, sin terminar de creerse lo que les contaban sus compañeros.
La mala fortuna se ceba de nuevo con esta familia, dado que hace más de diez años fallecía el padre de José Manuel, también ganadero, en un accidente con un tractor.
