CANGAS DEL NARCEA.- El pregonín
El autor en el pregón del 2013
Cuando desde ayer, jueves, Cangas del Narcea inició sus tronantes jornadas festivas, abre una puerta a todos los españoles, pero especialmente a los asturianos, para entrar en esta acogedora villa y vivir con sus gentes las jornadas mas jubilosas, estruendosas y fraternales que puede ofrecer villa alguna.
Cumplo aquí el mandato que se me dio en el 2013 para pregonarlas invitando a que acudan a vivirlas con nosotros todas aquellas personas de buena fe dispuestas a despojarse de todo tipo de prevenciones, lugares comunes e ideas preconcebidas para, con mente abierta y corazón alegre, dejarse ir sin plan alguno, y con sus cinco sentidos alerta, por sus calles, plazoletas y rincones, mezclándose entre sus gentes, se dejen llevar de su activa alegría callejera, jaranera y popular.
Pero vivan estas fiestas dejando completamente libre sus sentidos. Que su olfato se llene del picante olor de la pólvora y que sus oídos retengan sus diversas sonoridades retumbando por el valle. Que sus ojos se llenen de la luz de los fuegos de artificio y del colorido de los uniformes de las peñas
Vea y oiga directamente, olvídese de móviles y cámaras digitales. Que nada se interponga entre aquellos y la realidad.
Y no se crea que los cangueses celebran la Navidad en julio si les ve tocando originales zambombas por sus calles, no; con las pajas agitan caipiriñas, bebida que desde el trópico vino a asentarse junto al Narcea y el Luiña adquiriendo certificado de canguesismo. Degústelas junto a las originales compuestas que diseñó a principios del pasado siglo el Habanero.
Y por último no le importe acariciar la vara de un barreno o un volador y estrechar la mano de los cangueses; con ese contacto comprenderán mucho mejor lo que la pólvora significa en este pueblo, y como viven su Descarga. Les espero, les esperamos, en Cangas del Narcea.