Hoy nos llega de nuevo el Arbolón
Y otro año más, iniciada ya la tarde, algún que otro volador lanzado desde la terraza del Sotero o desde el Prao del Molín recordarán que se inicia el cumplimiento de una tradición canguesa. Los mozos salen en busca del Arbolón que ha de recibir enhiesto frente a la capilla del Carmen, la llegada del días del Seños San Pedro, 29 de junio.
El árbol se encuentra ya señalado, pero el secretismo de su ubicación forma también parte del juego de esta festividad. Durante michos años también se venía ocultando hasta a los corresponsales de prensa, entonces cuatro en la villa, a los que se develaba el origen una vez ya colocado. Hoy los avisan antes, especialmente a los de televisión.
Como tantas otras fiestas, los horarios de los actos se realizan un tanto en función de los medios de comunicación no al contrario.
Y mientras los mozos inician su camino debidamente pertrechados de hacho, sogas, forcatos y escaleras. Las mujeres de La Mecha inician la confección de la corona de flores que algún mozo, aguerrido y un tanto osado, elevará a pie desnudo y sujetará arriba, cerca de la copa que, según marca la tradición habrá de llegar intacta. Escasean las flores, pero seguro que las de la Mecha saben arreglárselas y la corona, como siempre, lucirá espléndida con los primeros rayos del sol (esperemos) de la mañana del 29.
La tradición de la puesta del Arbolón en Cangas, es como el Guadiana en los inicios de su recorrido, aparece, desaparece y vuelve a aparecer. En los primeros números de Entrambasaguas y La Maniega de los ochenta no parece; en La Maniega de Julio del 82, hablando de festejos, tan solo señala que “en la noche del 28 de puso el Arbolón”, y desaparece de nuevo. De momento tampoco encuentro referencias en La Maniega de los años veinte y treinta del pasado siglo. Me ha picado la curiosidad e investigaré, aunque si alguien sabe algo tiene esta página a su disposición.
Mientras y en tanto, saldremos a recibir el Arbolón y le acompañaremos hasta Ambasaguas, lanzaremos al aire nuestro ¡Viva María L´Aire! y, como a mi edad corresponde, me retiraré entre añoranzas y cariñosos recuerdos de todos cuantos con nosotros vivieron esta noche y ya se ha ido.
¡Viva el Arbolón! ¡Viva María L` “Aire!