CANGAS: Cumplido sean este domingo Gervasio y Protasio
Los santos Gervasio y Protasio volverán a procesionar en el Alto de Santarbás tras su encierro en los pasados años de pandemia.
Procesionarán los santos y volverán los romeros a extender sus manteles por la campa y a ensalzar al cerdo, nuestro popular gocho, como rey supremo de la romería más allá aún de los propios santos y su pocesionar entre voladores.
Venía celebrándose la fiesta el día 19 de junio, el señalado por el santoral para tal fin, pero por el aquel de la llamada “operatividad rentable” de los nuevos tiempos se pasó al fin de semana más cercano, algo que en este año viene a coincidir aún cuando las celebraciones sean viernes y sábado. Al menos queda cerca.
Los santos Gervasio y Protasio fueron dos hermanos mellizos, milaneses, venerados en la actualidad como santos por la Iglesia católica por haber sido mártires de la cristiandad. Sus restos se hallan en la Basílica di San Ambrosio. El hecho de cómo llegó su devoción hasta estas sierras canguesas, al menos para mí, es un misterio
Y ya lo he repetido en otras ocasiones: A caballo entre los santos católicos Gervasio y Protasio, y del pagano Baco, la fiesta de Santarbás es capaz de reunir en el alto del mismo nombre, en la comarca de Sierra y en el concejo cangués, a cofrades venidos de los más diversos puntos de los concejos vecinos dispuestos rendir pleitesía a unos y otros sin pararse mucho en distinciones.
Cada 19 de junio, los vecinos de las aldeas de Santiago de Sierra, Bruelles, Ciérades, Nando, Sillaso, Tandes, Llamas del Mouro, Mieldes, Anderbe, Pambley o Jarceley, entre otros, compiten en presentar mayor y mejor número de viandas y reunir en torno a su mantel el mayor número posibles de comensales.
De mantel a mantel compiten chorizos cocinados y en crudo, jamones, lomos, andollas, longanizas, costillares, choscos, butiellos, churrascos humeantes, enormes chuletones y crujientes chuletillas, comidos todos ellos a navaja abierta sobre una cuarta cuadrada de pan. Y para finalizar grandísimos brazos de gitana, enormes potas de arroz con leche, tartas de todos los tipos y flanes temblorosos que no encuentran acomodo en el empinado terreno. Chupitos, copas diversas, anises y coñases y el café capilé cangués que asienta estómagos alterados al decir de sus muchos devotos. No extrañe pues, que al caer la tarde, cuando las nieblas comienzan a apuntar por las cimas, el personal s encuentre ya con la modorra agalbanado y adormilado con un faria entre las manos.
Feliz fin de semana y cumplido sea Santarbás en su celebración