Homenaje a “María la avellanera” en el Acebo
Así reza la placa que desde el pasado sábado recuerda a María Álvarez, “María la avellanera”, en El Acebo: “Ha quedar aiquí, en L’Acebu, súa casa, esti retratu indeleble d’una persona que, más que símbolu, yá unu de los referentes máximos de la nuesa l.lingua ya cultura”.
La popular vendedora de El Acebo recibió un homenaje popular tras el pasado 22 de marzo cumplir 91 años. Este acto puso el broche de oro a la XIII Sumana . La placa se halla colocada frente al puesto de venta de avellanas y recuerdos del santuario que regentó durante más de sesenta años y que ahora gestiona su nieta Marta. “Que la Virgen del Acebo nos acompañe a todos”, repetía María ante cada regalo y muestra de cariño que recibía
Su nieta y ahijada Liliana Álvarez, explicaba que “en Cangas ya recibió muchos homenajes, pero este es el primero en El Acebo. Aquí está la santa y ahora mi güela”, subrayó Liliana que contó que la matriarca de la familia, con buena cabeza pese a algún que otro problema físico, sigue subiendo siempre que puede a El Acebo.
Natural de Villarino de Limés, ahora reside en Fonceca, muy cerca del santuario donde trabajó la mayor parte de su vida. Perdió a su padre siendo niña y enviudó dos veces, la primera con tan solo 21 años. Desde bien joven se dedicó al comercio ambulante de la avellana por las fiestas de la zona, hasta que le concedieron el puesto en el santuario donde se convirtió en uno de los personajes más carismáticos y queridos de Cangas. “Una mujer con una capacidad de superación, una fuerza y una vitalidad incuestionables”, señala la placa que reconoce su papel como transmisora de la cultura y la tradición oral.
El alcalde cangués,José Víctor Rodríguez, señaló que “en España hay muchos santuarios, pero ninguno como el de El Acebo”. La diferencia, dijo, no solo la marca la santina, sino también la presencia de María “que ha dedicado su vida a este espacio, a cuidar y a trabajar por este lugar”. El regidor, acompañado del director de Política Lingüística, Antón García, agradeció a la avellanera su forma de ser y el amor que ha dado a las generaciones de cangueses que han pasado por El Acebo.
En la fiesta no faltaron ni el ramo, ni la misa, ni la música tradicional con la participación de diferentes grupos de la zona: la sección tradicional de la Escuela de Música, El Bail.le, Lo Nueso y Xeitu.