Algunos vocablos cánguese de antaño
Hojeando y deshojando páginas de aquí y de allá, especialmente de La Maniega vieja o Asturias, de Belmunt y Canella,, se encuentra uno verdaderas joyas, tanto costumbritas, como de actos sociales. O lingüística como la que hoy les cuento. Descubrí primero una reseña relativa a la evolución de lo sufijos del latín al castellano y el asturiano algo que, de momento aparto, porque intuyo puede resultar farragoso y, aún más, poco interesante para muchos de ustedes. Pero no quiero renunciar a hacerles llegar una serie de verbos que podemos considerar como propios, de difícil traducción al castellano por el matiz especial de su significado.
Veamos unos ejemplos:el muy utilizado entamar. Venimos a entenderlo como `convenir en un propósito con malicia o reserva´ y que evidentemente no puede traducirse por `confabular´ sin perder ese matiz especial. Aflanar no es fatigar, ni jadear, ni mucho menos es dar a algo forma de flan, sino un respirar angustioso. Xiringar es agitar, balancear o columpiar. “Xiríngala un pouco que está apegada¨. O qué me dicen del ya casi perdido imbilurtar como atar con paja, sauce o retama, o incluso como `lucha´. `Vaya griesca. Tan tan inbilurtaus que se matan´
Decimos generalmente urbayar u orbayar, pero también se utiliza micho chuviscar. Avichugar es guarecerse y chincar es tocar ligeramente. Aquí, en la comarca, el significado de incitar es iniciar el corte en una vianda o rozar la piel, producir erosión. Para esto el castellano dice `rozar´, pero esta expresión en Cangas es cortar maleza. Véanlo en una misma frase: Trai el quesu que tan sin incitar y chévalu a lus que tan rozando na Veiga.
Y fíjense, aunque tenemos acuitada y acuitadinas, con el significado arcaico, acuitar, en Cangas, es echar abono, cuito; Y utilizamos miedrar por crecer, miercar por comprar. Arigañar significa reñir, como en castellano, pero también es, agrietar, hendirse,
Son mucho nuestros verbos arcaicos que se están perdiendo aceleradamente. Y así decimos alzar por quitar; acalecer, por entrar en calor; escaecer por olvidar; el surco de entrenalgas se llama rigaña; de aplicare, acercar, hacemos achigar; de auscultare, ascuitar; de esurdire, asurdicer. Arricachar es poner algo tieso o elevado: el que es llevado a cuestas va a la ricacha. Por guiñar decimos chisgar, semeyar es semejar; los gemelos son ximelgus y esquitar es salpicar.
Hasta aquí hoy. En otra ocasión nos acercaremos a otras palabras de aquellos antaños.