1.929. Una romería del Acebo pasada por agua
De tiempo en tiempo solemos traer hasta este blog reseñas de fiestas y ferias de otras épocas para lo cual recurrimos casi como única fuente a La Maniega antigua, la que se publicó entre 1.926 y 1.932.
Vamos hoy con la del Acebo de 1.929 que comienza planteándonos un contrasentido. Se inicia así “Esta romería, una de las más importantes de la provincia de Asturias, estuvo este año más concurrida que el año anterior”, y el realtor nos explica el por qué: “Ello se debe a que el día ocho de septiembre cayó en domingo, por la cual hizo aumentar el número de romeros de todas partes.” Y lo justifica: “Ahora, con los automóviles, las distancias no asustan, y por eso este año visitaron la Virgen del Acebo personas de muy distintos puntos de nuestra provincia ya que durante las horas de sol hay tiempo suficiente para llegar al Acebo, visitar a la Virgen, darse un paseo por Cangas y volver los romeros a casa en el día”.
Pero seguidamente nos explica que: “El tiempo se desató este año en agua, ya que llovió torrencialmente la víspera, y apenas si cesó el día ocho desde las cinco de la mañana en adelante. Una verdadera tormenta acompañada de granizo, que recorrió desde Bimeda, hasta Sierra pasando por el Acebo. Mas no por eso se amilanó la gente, excepción hecha de algunos grupos de jóvenes cangueses de ambos sexos que, ante lo malo que se presentaba el día, optaron por ir a Somió de Santa Marina, unos, y otros, a Corias en donde pasaron el día y rindieron los honores del caso a las abundantes y exquisitas provisiones de boca que tenían preparadas” “Escusado nos parece decir”, remata el cronistas “la alegría que allí se derrochó”.
Uno no puede por menos de imaginar la gente que habría el año anterior ya que fue bastante menos, según señala la crónica ya que , pese al agua en el que se describe, 1.929, los jóvenes se largaron a Santa Marina y Corias, alternativas que , por otra parte desde la óptica de hoy en día , uno no comprende muy bien.
De todas formas el cronista termina recordándonos que “ esta romería tiene también su segunda parte, cual es otra que se celebra el primer domingo siguiente”. Y vuelve a precisar: “ pues si bien este año llovió ese día, por aquí no fue mucho, y la gente acudió a aquellas alturas, en donde además de la parte religiosa, se presencia la pública subasta de las reses que los devotos han ofrecido a la Virgen. Note el oyente que no habla de pequeñas ofrendas, sino de reses.
Otros tiempos otras gentes.