Notable avance educativo: Sí quitamos la palabra que lo define, desaparece el problema
Perdóneme ustedes si un día más vengo a darles la tabarra con las palabras, sus significados y su utilización y manipulación interesada, especialmente por determinados grupos políticos, aunque quizás y en puridad, debería decir todos.
Por otro lado, el hecho de llevar muchos años manejando palabras en los lenguajes oral y escrito, y más o menos los mismos ejerciendo como maestro de aldea, me hayan traído a esta “deformación opinativa” con la que, quizás más veces de lo prudente, me cuelo en sus hogares.
Teniendo en cuenta que los políticos actuales conocen el bajo nivel de lectura de la sociedad confían en que el manejo de las palabras adecuadas solucione el problema
De una parte tenemos a aquellos interesados en que no se sepa, o al menos se minimice al máximo, la divulgación de un hecho que no les es favorable o que quieren amortiguar una noticia negativa. ¿Qué hacen? Utilizan perífrasis, eufemismos o circunloquios, o bien intentan dar a las palabras un significado que no tienen, o incluso las vacían de su contenido definitorio recogido en los diccionarios, como está ocurriendo con “tránsfuga”
Ningún ministro de Hacienda comunicaría que se va a proceder a una subida de impuestos. Les dirán que se va a proceder a “una armonización fiscal” o algo parecido
Ningún ministro de Hacienda comunicaría que se va a proceder a una subida de impuestos. Les dirán que se va a proceder a “una armonización fiscal” o algo parecido. Tal ocurrió también cuando hubo que rescatar a los bancos, algo que se camufló con el eufemismo de “recapitalización del sistema financiero”.
De otra parte, y son cada vez más, están aquellos que están convencidos de que quitando la palabra que lo nombre y define, el problema desaparece. Sírvanos de ejemplo el secesionista gobierno catalán que ha decidió borrar por completo el fracaso escolar, situación en la que somos líderes o casi líderes en Europa. ¿Y cómo lo vamos a lograr? , quizás se pregunte alguno de ustedes incrédulo. Pero qué poca perspectiva progresista tienen.
Pues se quitan lo suspensos y acaba el problema. Este singular avance educativo acaba de una vez con el citado fracaso escolar. Quedamos igualados con Europa en cuanto a éxitos. Pero los preclaros responsables de la educación en Cataluña van aún más allá. Para que todo quede dentro de los parámetros de lo políticamente correcto y la sociedad sea igualitaria y cohesionada frente a la España que les roba, quitaron también los sobresalientes y los notables que, por otra parte, no dejaban de ser denominaciones que discriminaban al resto de los alumnos.
Quitaron también los sobresalientes y los notables que, por otra parte, no dejaban de ser denominaciones que discriminaban al resto de los alumnos.
¿Y como se comunican pues los resultados educativos a los padres?
Muy fácil, palabras huecas: “Logro excelente” por el sobresaliente. “Logro notable” para el notable, y “en proceso de logro” para el actual suspenso. Y tan notable avance en la política educativa no creo que pase desapercibido para el gobierno nacional y que lo imponga en todo el territorio. Cosas veredes.
