Los ofendiditos y sentiditos
“Ofendiditos”. Al oír esta palabra no pude por menos de hacerla mía. Y seguro que a muchos de ustedes les ocurrirá lo mismo.
Y es que sí, amigos, últimamente han aparecido, y siguen apareciendo cada día, no cientos sino miles de ofendiditos, esos especímenes que ante cualquier hecho, opinión o definición, se sienten especialmente ofendidos. Pero como en la mayoría de los casos el tema ni siquiera se asoma, no ya a la trascendencia, sino tan siquiera a algo importante o más o menos serio, pues eso, no pueden llegar a ofenderse, son tan solo ofendiditos. Y hay quien va aún más allá y dice que ni a eso llegan, sino que se quedan en sentiditos.
Estos sentiditos son una subespecie dentro de los anteriores a quienes “les rompe el corazón” cualquier alusión no acorde con sus especiales ideas que sobre personas, animales o incluso cosas, se hagan o digan, aún cuando sea relativo a unos sucesos ocurridos allá en el alborear de la humanidad. Es preferible que el lobo mate al hombre que el hombre al lobo, vienen a concluir. Casi dejan de ser personas, con sus lados bueno y malo cual tal es cualquier hijo de vecino, para pasar a ser “entes sintientes” fundiéndose así con esa definición con la que los últimos movimientos de determinados grupos sociales están comenzando a definir a los animales. Son animales sí, pero sintientes. Pues nuestros amigos, los sentiditos, vienen a dejar de ser personas con sentimientos para ser tan solo sentimiento, sentido, sentiditos.
Y es que es tal ya la mojigatería existente que ni siquiera cagar se debe, pues herir sensibilidades puede, ni tampoco utilizar aquel sustituto de “dar de vientre” que usaban los petimetres del siglo XIX; ahora uno ha de ir a deconstruir la ingesta habida correspondiente al dia anterior según las normas dictadas por el dietista de cabecera.
Y prueba de ello será el despertar, ante tal decir, de las llamada Redes Sociales, en las que sobre ésto o lo demás allá comenzarán a vomitar sus bilis cuantos ofendidos, ofendiditos o sentiditos por ellas pululen. Seguro que un gran número de estas palabras que definen hechos o acciones reales y existentes y que tan mal les suenan: tampoco empáticas, tan poco progres, tan poco inclusivas, tampoco feministas y tan poco antifascistas, sean todas de curos legal y estén recogidas en el diccionario de la RAE. De alguna forma herirán sus progresistas, animalistas, ecologistas, feministas, sexistas y otros montón de “istas” más. Se sentirán “ofendiditos”
Ustedes mismos.