Carta para mi lugar
Escrito para el Programa de fiestas de 1.970 aún no ha perdido su vigencia
Nuestras fiestas son el hito final e inicial de nuestro anual camino. El realizarse de unas ilusiones y el desertar de otras. El trampolín de un nuevo quehacer en el laborar cotidiano; pero… ¿qué hacemos nosotros por Berzocana?, ¿qué hacemos por sus fiestas?
Los caminos de la vida no están hechos, somos nosotros los que los trazamos con nuestro hacer y no hacer. Lo que no cambia, lo que permanece estático en el tiempo está condenado a la desesperación y al fracaso. Es a nosotros, y principalmente a los jóvenes, a los que nos corresponde inyectar dinamismo e ilusiones en la vida de Berzocana. Llevar su camino por nuevos derroteros de trabajo y alegría, por nuevas sendas de canción y primavera, por nuevos espacios al viento del progreso y la civilización.
No me digáis que no se puede hacer nada. No os escudéis en el fatídico “ya lo harán los demás”. Esa es la contestación de los cobardes y los fracasados, y Berzocana no admite entre las filas de sus hijos a los que tiemblan ante un nuevo camino a recorrer.
Todos tenemos que desbrozar la senda de las dificultades de nuestro pueblo; todos, en apretado haz, hemos de incorporar Berzocana al nuevo quehacer provincial y nacional.
¡Basta ya de que Cáceres sea la cenicienta de las provincias españolas! ¡Basta ya de que nuestros pueblos sigan viviendo aislados a la cultura y el progreso! ¡Basta de mirar al pasado y vivir anclados en ostracismos históricos!
Nuestros caminos están sin hacer. Nuestro futuro no está en manos de los demás sino en las nuestras. No esperéis que os pongan el fruto abundante y sazonado a vuestro alcance. Si no sembramos no esperemos cosechas.
¡Jóvenes de Berzocana! Vosotros los que trabajáis en el campo; vosotros a los que besa la aurora y acarician los vientos villuercanos, vosotros tenéis en vuestras manos el futuro de Berzocana.
También a vosotros, los que trabajáis en la ciudad; a los que habéis emigrado a otras tierras en busca de futuro; a los que cursáis estudios aquí o allá: os necesita vuestro pueblo.
Berzocana será mañna lo que sean sus jóvenes de hoy. ¡Luchad sin miedo por vuestras ilusiones, por vuestro futuro, por un Berzocana mejor para todos.
Vosotros, padres de familias, educad a vuestros hijos en el cariño de la tierra y de sus cosas, pero no cortéis sus ansias de progreso y libertad.
A vosotros los que gobernáis, a los que sois fuerzas vivas de la localidad, a los que tenéis en vuestras manos el destino actual de Berzocana, os corresponde encauzar el general quehacer de un pueblo por el camino recto de una mejor vida económica, intelectual y social.
Por Berzocana y por sus fiestas, por nuestra tradición y futuro, unidos en gavillas de esperanzas, trazaremos el nuevo camino de un pueblo trabajador y honrado que, perdido entre la fraga y piornales de las Villuercas, guarda en lo más hondo de su corazón los más altos valores de una raza de conquistadores.
¡Felices Fiestas! Berzocana, Agosto de 1970.
Jose Luis R Mera
NOTA. Este año fue el último en que las fiestas se celebraron el último domingo de agosto como venía siendo tradicional. Así figura en una llamada en la que se dan como argumentos para el cambio “que al ser a finales de agosto no pueden quedarse en la localidad todos los que trabajan fuera de ella, como sería su deseo, por cumplimiento de permisos, fin de vacaciones etc.…..”