La Himera: De la ilusión a la infrautilización
Estos días, fríos y de heladas; en mis paseos mañaneros me dí cuenta de que un operario estaba pintando algunas columnas exteriores y tramos de las instalaciones ganaderas de La Himera. Aunque hice esfuerzos no lograba acordarme desde cuando estaban allí dichas instalaciones, por cierto muy necesitadas de un gran lavado de cara y reparaciones.
A mi vuelta a casa no tardé en dar con los datos. Y no, no estaba allí desde siempre. Se inauguró el día 3 de mayo, víspera de la Feria de la Cruz, de 1.991. Así pues cuenta ya con treinta años y pronto cumplirá los treinta y uno.
Según la crónica publicada al respecto, acudieron a la ceremonia de inauguración unas mil personas, en su mayoría campesinos y pequeños ganaderos, que participaron en una fiesta popular programada al efecto. Al acto asistieron el entonces Consejero de Agricultura y Pesca, Jesús Cadavieco, al que acompañaron, el alcalde cangués, José Manuel Cuervo, el diputado de la zona, Fernando Lastra, el presidente de ASEAVA, así como alcaldes de la comarca y técnicos de la citada Consejería de Agricultura.
Se consideró una gran obra y como tal fue festejada. Pese a bastantes reticencias expresadas por diversos grupos y profesionales de la villa a sacar la feria del centro de la villa, el tiempo demostró el gran acierto de la decisión por cuanto permitió la expansión de la superficie a ocupar, la disposición de aparcamientos y el poder celebrar distintos eventos ganaderos o de otra índole como fueron las Muestras Regionales y Nacionales de la Asturiana de los Valles o Narcenatur, por poner un par de ejemplos.
Las instalaciones del mercado ocupan una superficie de 25.638 metros cuadrados. El proyecto fue realizado por el ingeniero agrónomo Marcelino Suarez y los arquitectos Alfredo y Alejandro Miranda. El presupuesto superó los 204 millones de pesetas (1.226.000 €) siendo financiado por el Ayuntamiento de Cangas del Narcea (105 millones de pts.) y la Consejería de Agricultura y Pesca 98,5 millones de pts.). Tiene una capacidad para 800 reses (500 bajo cubierta) de ganado bovino; 100 de ovino-caprino; 125 de porcino y 70 de equino. Los muelles de carga y descarga tienen una capacidad para 24 camiones en operación simultánea y dispone de 85 plazas marcadas para aparcamientos de camiones y 135 para turismos. Se dispone además de otras cien pelazas en aparcamientos a cordón o viales. Las obras duraron algo más de dos años.
El complejo ganadero levantó muchas expectativas de progreso, especialmente en el mundo ganadero, y su desarrollo activo y muy utilizado. Curiosamente, con la caída de las ferias, en total declive en los últimos años, sustituidas por otras formas de comercialización de la carne, han llevado a la infrautilización del complejo. Hoy sobra espacio por todas partes.