ALLANDE. El partido quedó cumplido y los ciudadanos burlados
Casi en la clandestinidad, sin cumplir los plazos de convocatoria e impidiendo la entrada del público y los medios de comunicación al salón de sesiones, el Ayuntamiento de Allande realizó, como respuesta a la petición de la plataforma “El Suroccidente También es Asturias”, un pleno extraordinario para debatir el estado actual en el que se encuentra la AS-15.
Varios representantes de la plataforma se dieron cita a las puertas del Ayuntamiento, aunque a su llegada se les informó de que tan solo podrían acceder al pleno tres personas. Las elegidas fueron las dos hijas de Luscinda Mon, fallecida el pasado mes de noviembre en esta vía, y una vecina del concejo miembro de la Plataforma. No pensaremos mal y convenzámonos de que el alcalde, el socialista Mesa Piega, lo hizo en cumplimiento de las normas antipandemia. Cuando llegaron los miembros de la Plataforma, el alcalde y los concejales de su grupo socialista ya estaban dentro del ayuntamiento, saliendo mucho después de que ese mismo público abandonara el consistorio.
A unos y otros llamó poderosamente el atención la presencia en las instalaciones municipales y a la puertas del salón, no solo de la Policía Local, sino también de la Guardia Civil. ¿Qué temía José Antonio Mesa? ¿O es que no tenía la conciencia tranquila?
Quienes no pudieron acceder se mostraron disgustados con la actitud del alcalde, con quien les hubiese gustado charlar, y no entienden la “poca predisposición” de éste a reconocer un rechazo a los presupuestos, tal y como también solicitan desde la plataforma a los alcaldes.
Mesa tan solo permitió a las cámaras de RTPA tomar una imágenes antes de iniciarse el pleno y hacerles después unas cortísimas y simples declaraciones en las que señalaba que “está bien reclamar, pero que lo otro es meterse en política y eso no es así”.
Remedando al clásico: “Caló el chapeau, requirió la espada, fuese, y no hubo nada”