SUROCCIDENTE: Cuando llega la marejada… políticos a cubierto
Cuando sopla ligera la brisa, el mar se riza; si sube el aire, pasa a marejadilla; si aparece el viento pasa ser marejada; y si éste arrecia, la galerna se enseñorea de las aguas.
Sírvanos este símil para describir de alguna manera lo que está sucediendo en el Suroccidente y otros concejos limítrofes, como Salas, en lo que a reclamaciones, protestas y manifestaciones, por el estado de las carreteras y a olvidos de todo tipo y calibre, respecta.
Y es que desde que la situación ha pasado de marejadilla a marejada se han disparado todas las alarmas políticas y los responsables de este o aquel partido han comenzado a aparecer tomando posiciones e intentando colocar la embarcación a favor del viento no sea el demonio que la cosa pase a galerna, coja a aquella a contraviento y el naufragio sea inevitable.
Y de ello comienza ya a saber el grupo que coordina la Plataforma “El Suroccidente también es Asturias. Por unas carreteras seguras y modernas”al que, tanto a título personal como colectivo, le han comenzado a llegar ofertas de cooperación y “disponibilidad total” de unos u otros partidos, o de este o aquel responsable. Curiosa incluso la de aquellos que la ofrecen “si se despolitiza la Plataforma”, cuando precisamente esto, la despolitización, es condición sine cuanom del ser de la misma.
Y me digo yo, quizás lo mismo que usted, amigo lector: si no será precisamente con la presencia de los políticos cuando la citada se politice y todo quede en lo mismo que los ya tradicionales debates de aquellos: La culpa es vuestra. Vosotros sí que sois culpables. Viene todo de los que os precedieron. Vuestros responsables anteriores sí que acabaron con todo. Pues más eres tú. Y tú más…
Y cantaron otra vez los gallos y nuestros próceres seguían a lo suyo mientras caían nuevos argallos en un sitio y se producían hundimientos en otros. O saltando a la fábula, les ocurra como a los dos conejos que su afán de tener razón en si eran galgos o podencos los perros que les perseguían llegaron aquellos y acabaron con ellos.
Y si las fábulas surgieron a modo de ejemplos ya desde el Conde Lucanor hasta Iriarte y Samaniego, pasando por Esopo, bueno será las repasemos no sea el aquel que pillen los perros no solo a los responsables políticos de uno u otro gobiernos, sino a los vecinos de toda la comarca.