No exijamos, motivemos y aprobemos
“Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña”. Y milagro fue considerado.
Pues algo así piensan, o mejor vienen pensando ha ya tiempo, nuestros gobernantes con respecto a la Enseñanza. Que los suspensos empañan los buenos datos que se requieren para vender ante Europa el alto nivel que se consigue, aunque figuremos en los últimos lugares en el informe PISA y otros, pues se anulan los suspensos y aquí paz y después gloria. Éxito total de la enseñanza y cum laude para alumnos, profesores y, especialmente, para el gobierno que con tanta clarividencia ha actuado
La reforma educativa del Ministerio de Educación, que lidera Pilar Alegría, sigue avanzando y ahora ha decidido eliminar los exámenes de recuperación de junio y septiembre en la Educación Primaria, Secundaria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional (FP), y sustituirlos por una nueva metodología. Y en este mismo curso. Pero no se preocupen ni padres, ni estudiantes, ni sociedad en general; no me sean retrógrados y abran su mente al progresismo de ocasión y beneficio. El decreto del Ejecutivo dispone que la evaluación en la ESO será “continua, formativa e integradora” y,además, las decisiones sobre la promoción y titulación de los niños las tomarán los profesores durante una convocatoria de evaluación realizada al final del curso escolar. Bueno eso ya nos da más tranquilidad: se evaluará sí, pero siempre positivamente, no ha de traumatizarse al alumno aun cuando éste no haya dado ni golpe en el curso.
De esta manera, los alumnos de la ESO podrán pasar al siguiente curso escolar si el equipo docente del centro considera que, a pesar de no haber superado los exámenes, la naturaleza de las materias “les permite seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tienen expectativas favorables de recuperación y que ello, recalcan, “beneficiará su evolución académica”.¡Qué alivio señor!
Y así, pasarán de curso los alumnos que tengan evaluación negativa en una o dos asignaturas. Las expectativas de evolución les salvan.
Y menos aún que los de Primaria o la ESO han de preocuparse los bachilleres, por cuanto su evaluación será “continua y diferenciada según las distintas materias”; pasarán de primero de Bachillerato a segundo siempre que hayan superado las materias cursadas o tengan evaluación negativa en dos asignaturas como máximo. ¡En más no, eh!
Y por último aunque tengan un suspenso, al final podrán obtener el título de bachillerato.
Y Mahoma fue a la montaña