Nos basta un minuto para echar abajo una idea o un elaborado trabajo
Siempre han dicho los albañiles que es mucho más fácil derribar un muro que construirlo eficientemente y que guste. Y al igual que ocurre con la buena fama, que cuesta mucho ganártela y tan solo un par de minutos y difamaciones el échala abajo y hacerla cambiar de signo, razón llevan. Y tal ha estado a punto de suceder con el movimiento ciudadano, puesto en pie por un pequeño grupo de mujeres de Cangas, en defensa de las comunicaciones del occidente y la dignificación de esta comarca.
En unos días acumularon más de seis mil firma en Internet y se acercaron a las dos mil en papel. Su perfil en Facebook llegó a los seis mil novecientos seguidores cuando surgió la figura del “ilustrado antidtodo”, en este caso ilustrada al que, o a la que, generalmente el argot popular viene en definir como “tocapelotas”, dispuesto a figurar y a creerse representante en la tierra del Espíritu Santo que, según la religión católica, es el poseedor de toda la verdad y razón, e incluso de la Verdad absoluta y con mayúsculas.
Pero se da el caso que esta persona era la coordinadora de la página y, desde su orgullo y estulticia, comenzó a administrar escritos y razones con el único argumento de “este me gusta, este no”, a la vez que sus comentarios dejaron atrás el respeto, la prudencia, la educación y las buenas maneras, prodigando insultos y descalificaciones de las que no se libró ni el alcalde de Salas, que había expresado su apoyo, ni los componentes del grupo que, precisamente hoy, lunes, constituyen oficialmente la Plataforma.
Fue tal el guirigay que se formó que rápidamente saltaron a la palestra opinativa los “ilustrados” de turno y “polemistas de interesada ocasión” provocando la fuga de mucho seguidores y las llamadas a la coordinadora de la Plataforma pidiendo el cese inmediato de la de la página y el nombramiento de alguien más compresivo, tolerante y abierto. Se negó aquella en redondo y abrió la puerta a todo el que quesiera irse, comenzando por las fundadoras del movimiento a las que censuró todos sus comunicados y opiniones.
Fíjese el lector en que la citada página había logrado en apenas tres días 6.900 seguidores, seguidores que se vieron engañados y ninguneados y que iniciaron su abandono.
He aquí como algo que logra unir, creo que por primera vez, a todos los concejos del suroccidente puede venirse abajo por tan solo el mal proceder de una sola persona que traicionó la confianza en ella depositada sembrando cizaña y mala intención entre unos y otros. Ya lo dije al principio, es más fácil echar abajo una idea, romper una ilusión, o acabar con una propuesta, que ponerla en marcha.
En nuestras manos esta el enderezar la situación. Abandonen la página manipulada, “El Suroccidente existe”, en masa y sigamos brindando todo nuestro apoyo a la Plataforma “El Suroccidente también es Asturias. Por unas carreteras seguras y modernas”.
