Escuelas rurales: Optimismo frente a pesimismo
Foto: Vieja escuela de Tebongo
Habremos de ser optimistas. Según datos de la Consejería de Educación, la escuela rural asturiana resiste con firmeza frente a la crisis de la natalidad.
Y esto es algo que nos afecta directamente en esta comarcar Suroccidental.
Señalan las autoridades educativas, y a ello habremos de atenernos, que los colegios agrupados ubicados en zonas rurales, los conocidos CRAs, perdieron este curso tan solo 17 alumnos y ganaron 60 en los últimos cuatro años. De hecho, hay once centros en Asturias que han batido récords de matriculaciones. Resalta el CRA de Benia de Onís, en el oriente, que es el que más creció desde 2018, sumando 20 niños hasta llegar a los 84 actuales.
A juicio de los directores de estos centros, las principales claves del éxito son: la enseñanza personalizada, las ratios reducidas, el trabajo con proyectos de innovación y la unión de instituciones, profesores y familias. Todo ello hace que incluso padres residentes en localidades urbanas estén dispuestos a recorrer cada día varios kilómetros para llevar a sus hijos a estos centros. Los padres de esta zona suroccidental lo simplifican y señalan que, sencillamente ha aumentado un poco la población, o como mucho, han dejado de irse las familias más jóvenes.
Lo curioso es que esto sucede en un contexto de desplome de la natalidad en Asturias y a consecuencia de ello, las matrículas de Infantil y Primaria bajaron este curso en 2.237, es decir un 3,5%, lo que llevó a cerrar 43 unidades tanto en colegios públicos como concertados. Y precisan: en los pueblos, desde 2019 no ha cerrado ningún CRA. Las autoridades concretan que este año el colegio San Jorge de Luiña, en Ibias, estuvo cerca de cerrar pero Educación, dicen desde la Consejería, “hizo un esfuerzo por mantener las aulas abiertas hasta septiembre a la espera de que llegasen nuevas matrículas”. Y así fue.
Ustedes mismos decidan