Las primeras Fiestas de la Vendimia y la Cofradía del Vino
Allá en 2002, tanto en La Maniega como en el diario La Voz de Asturias, del que yo mismo era corresponsal, se hace referencia a la primera fiesta de la Vendimia y en ambos se señala que “Nace con vocación de futuro la fiesta de la vendimia que en su primer año cosecha un gran éxito de público”.
Y añade la Maniega en el subtítulo: “Miles de personas participaron en la Fiesta de la Vendimia que se celebró en la villa canguesa los días 11 y 12 de octubre. Con casi toda la uva en las bodegas, los cosecheros y elaboradores cangueses presentaron al público los mejores caldos del 2001. Organizada por la Hostelería local, esta primera fiesta cosechó un gran éxito de público que durante las dos jornadas abarrotó las calles”. Y señala más abajo: “La primera Fiesta de la Vendimia, con alguna sombras que a buen seguro se mejorarán con la experiencia, fue organizada y financiada por varias entidades canguesas interesada en ofrecer un escaparate donde se pueda ofrecer al visitante y a los propios cangueses todo lo relacionado con el vino de Cangas con el propósito de potenciar y poner en valor el sector vitivinícola que en los últimos años mantiene un interesante y espectacular crecimiento”. Y esos deseos se han vistos cumplido y superados.
“A las seis de la tarde estaba prevista la inauguración oficial en una carpa instalada en la Plaza de la Oliva y por coincidencia con una boda que se celebraba en la basílica se retrasó en más de una hora y media… “ “En la presentación se encontraban, el alcalde cangués José Manuel Cuervo, el presidente de Aprovican, Ángel Barrero; el presidente de la Junta Local de Hostelería, Andrés García: el presidente del Órgano Rector del Vino de la Tierra de Cangas, David Antón, y el director general de Hostelería de Asturias, Javier Valle.” Y acertó Cuervo al señalar que esta Fiesta “es un proyecto con proyección de futuro” .También señala el artículo que tuvo lugar “la reunión fundacional de la Cofradía del Vino de Cangas”.
El sábado, las bandas de gaita recorrieron las calles acompañados del grupo de teatro Margen que puso la nota de recuerdos con la presencia del mendigo, la pareja de la Guardia Civil y el cura, que no pararon de recorrer las calles de la villa…. “Un carro del país tirado por dos vacas transportó las bocineras con uva hasta la carpa de la Oliva donde se escenificó una pisada de uva de forma tradicional para pasar a una cata y espicha”. Miembros de la peña El Barrico fueron los encargados de la pisada.
Al año siguiente, 2003, aparece el otro elemento esencial en la configuración final de esta fiesta: La Cofradía del Vino
Y dice La Maniega: “La Cofradía del Vino de Cangas puso este año un punto de colorido y singularidad a la Fiesta de la Vendimia. Mejor ocasión no pudieron escoger y, de esta forma, se presentaron al púbico coincidiendo con los festejos. Ataviados con sus capas y boinas color vino, los cofrades se presentaron en sociedad el pasado nueve de octubre en un acto celebrado en el auditorio municipal a modo de asamblea general constituyente”. Y añade: “La Cofradía del Vino aprovecha su presentación para nombrar Cofrade Mayor a Santiago Menéndez de Luarca y Enrique Pantín. Con este nombramiento se quiere reconocer el apoyo brindado por los dos responsables del anterior gobierno regional en favor de la recuperación, desarrollo y promoción de los Vinos de la Tierra de Cangas”.
“Finalizada la asamblea, los cofrades recorrieron las calles de la villa compartiendo experiencias con los miembros de la Cofradía del Nabo de Morcín al mismo tiempo que degustaron los caldos cangueses en una cena de hermandad.”
“La Cofradía del Vino la constituyen ochenta y cinco cofrades, con una presencia importante de mujeres que pone una nota muy singular a la recién creada entidad”
Y así hasta hoy en que esta Fiesta de la Vendimia se ha convertido en la segunda en importancia del concejo tras las del Carmen. Y no es que haya sido fácil A lo largo de estos diecinueve años ha habido que resolver múltiples problemas, hacer frente a enfrentamientos de uno u otro tipo, a personalismos descarados o a intentos de “digamos aprovechamientos “de algunos momentos especiales de la fiesta en beneficio propio, ya fuere material o de imagen.
Y tampoco han de ser todo laudes cuando, y así hay que entenderlo, se han producido errores en la concesión de uno u otro reconocimiento. Ya saben: errar es de humanos; pero no por ello, estoy convencido, ha dejado de haber siempre buena intención en cada proceso. A veces es el homenajeado el que o no sabe, o no está, a la altura de las circunstancias. Pese atodo reconozcamos el trabajo y la entrega de todos cuantos, desde sus inicios, han traído la Fiesta de la Vendimia hasta el gran momento del que ahora disfruta.