La foto y su pie: Tiempo, vida, piedras
Lentos, con los pies muy pegados al suelo, el tiempo camina sobre el tiempo en una hacer y deshacer de vida y permanencia.
Sobre las piedras eternas del puente, dos cangueses caminan pausados apoyándose el uno en el otro. No importa que sea ella la que se coge del brazo de él. El apoyo es mutuo en el esfuerzo, es la cercanía la que vence a la dificultad.
Se convierte el puente y la subida hasta su cenit en una metáfora de la vida. Una vez que coronas el punto medio se inicia el descenso ineludible hasta el final.
Resalta el brillo de las piedras, sacado por miles de distintos calzados en el trascurrir del tiempo a la vez que arco y pretiles señalan la permanencia el estar.
Los cangueses que suben dificultosamente la cuesta son, el puente está.