La foto y su pie:Complicidad
Se asomó la primavera a las Villuercas. Y lució espléndido el día abriéndose los campos y caminos a un cielo azul límpido, radiante.
Y radiante se echó Nuria a la calle en busca de los primeros y cálido rayos. Y se dejó ir y acariciar por tímidos apuntes de calor que despertaban sus sentidos aletargados por el invierno.
A la vuelta, el rocín quiso saludarla y bastó que aquella detuviera sus pasos que avanzaban camino adelante en busca del pueblo, para que acudiese zalamero hasta la pared en busca de alguna caricia de las que seguro se encontraba ausente.
Y surgió la complicidad entre bestia y mujer. Y ambos posaron en acuerdo común de fijar ese momento en el tiempo.
Allá, al fondo, algunas casas del pueblo se asomaban tímidas a la escena. En el camino, el sol desparramaba sus caricias de primavera animando verdes entre piedras y resquicios de las paredes.