El Puente colgante: unos apuntes
El puente colgante de Cangas del Narcea resuelve un aislamiento urbano de un barrio con un ejercicio sencillo como planteamiento intelectual, aunque con cuantiosos problemas técnicos al ser su luz de 70m y estar por encima de la cota a salvar, más de 20m.
Y es que amigos, entre las fotos que se apilan en cajas de zapatos he encontrado la que aquí les muestro correspondiente a las pruebas de carga efectuadas en el puente antes de abrirlo al público. Era 1.973, tiene ya pues 48 años
Siguiendo arquitecto José Ramón Puerto, les diré que el planteamiento estructural lo comenta el arquitecto del puente, José Gómez del Collado, al explicar el proyecto. Dice: “La estructura del puente funciona igual que la que provocan dos hombres que sujetan una cuerda en sentidos opuestos y con idéntica fuerza, así los brazos de los hombres serán los pilares inclinados que abiertos en forma de V dotan a la pasarela de su forma característica estableciendo un ancho de paso marcado por el pavimento pero que visual y espacialmente aumenta a medida que se separa del suelo, lo que favorece el paso y evita sensaciones de estrechez”.
Y dice Puerto: “La situación que ocupa, (el puente) uniendo el barrio del Fuejo con la Plaza de la Oliva, a espadas de la Colegiata de Santa María Magdalena, quizá haría difícil o, al menos, muy complicado, la realización del puente hoy en día debido al carácter excesivamente proteccionista que mantienen las entidades encargadas de velar el patrimonio, cuando, al contrario en lugar de perjudicar a la iglesia lo que hace es ofrecer posiblemente una de las perspectivas más bellas de las que se puede disfrutar del templo; el no superar la altura de los pilares del puente , la altura del edificio ayuda en este diálogo si no hubiera sido así posiblemente tal entendimiento no se había podido dar…”
Todos estos datos y otros muchos más los dio a conocer el citado Jose Ramón Puerto Álvarez en la exposición conmemorativa del primer centenario del nacimiento de José Gómez del Collado: arquitecto, 1910-2010.
NOTA: Una vez publicado este artículo, José Luis Fernández Fernández y José Ramón Puerto, vienen a coincidir en que la primera foto,la de las pruebas de carga, pertenece a las efectuadas la primera vez que se cambiaron los cables y por tanto los años 80. Gracias a ambos