La foto y su pie.- Tiempo detenido
Otra vez el tiempo se ha detenido en el papel. Y en las memorias. Me suenan algunas caras, pero prefiero que sean cada uno de ustedes quienes les pongan nombre. A la izquierda, casi fuera ya de ángulo, me parece adivinar la figura de mi padre, un jovencísimo Juan Luis “el sacristán”, tanto por el porte como por la costumbre que tenía de caminar siempre en el medio de la procesión organizando las filas.
Es curioso que en esos tiempos en que la población de Berzocana era mucho más numerosa que hoy en día, la procesión de la impresión de que tiene lugar en una pequeña aldea con apenas vecinos. Pasa por delante del Ayuntamiento cuyos arcos son inmutables en el tiempo. Detrás, la Casa que fue de Don Fulgencio Hidalgo, en la que después vivió muchos años su hija Isabel, y que yo conocí tal y como ahí aparece.
Ha llovido y el agua se aprecia en el suelo justo en los pies de los porteadores de San Fulgencio, junto al cofrade que porta el bastón identificativo. No está el Arca y eso es otro dato que me lleva a situarla en el día de la Aparición. O quizás en de Santa Florentina. Las plantas en los balcones son otro dato, así como las vestimentas. De ser el día de San Fulgencio los fieles irían más abrigados y se vería el Arca