Del carnaval a la Semana Santa
El carnaval es una fiesta que tiene lugar inmediatamente antes de la caresma cristiana (que se inicia con el Miércoles de ceniza , y que tiene fecha variable (entre febrero y marzo según el año). Tradicionalmente comienza un jueves (jueves lardero) y acaba el martes siguiente ( martes de carnaval). A pesar de las diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
Su origen va más allá de lo que muchos creen. Parece probable que esté en las fiestas paganas , como las que se realizaban en honor a Baco , el dios romano del vino, las Sarurnales y las Lupercales romanas o, más atrás aún, las que se realizaban en honor del toro Apis en Egispto . Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguos, hace más de 5000 años,. Llegó a América con los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.
A comienzos de la Edad Media , la Iglesia Católica propuso una etimología de carnaval: del latín vulgar carnem-levare, que significa ‘abandonar la carne’ (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante la cuaresma)
Las fechas del Carnaval se fijan a partir de la Semana Santa , que viene determinada por el calendario lunar. El domingo posterior a la primera luna llena después del inicio de la primavera en el hemisferio norte es el Domingo de Pascua(o de Resurrección), que este año es el 4 de abril.
La Semana Santa está precedida por los 40 días de la Cuaresma, entre el Miércoles de Ceniza, que este año es mañana, 17 de febrero, y Jueves Santo, el 1 de abril (los domingos no se incluyen). Y justo antes se celebra el Carnaval.
Asturias, como ocurre con cada región, aporta sus peculiaridades al carnaval. Aquí se le conoce como Antroxu, Antroiro o Antroito, según las zonas y tiene un carácter más individualista que en otras regiones. Muchos de los actuales desfiles carnavaleros surgieron tras la dictadura.
Hasta hace pocos años, el carnaval cangués tenía un carácter totalmente individualizado, algo que a mí me llamó especialmente la atención. Todo consistía en recorrer calles y bares metiéndote con unos y otros sin que nadie te reconociese. El chiste estaba en poderlo contra al día siguiente incordiando a aquellos a los que habías tomado el pelo sin que te reconociesen. Había bastantes que cambiaban de disfraz cada pocas horas, tal es el caso de Emilio el Morocho o Ángel Camión, expertos en estos menesteres. La Asociación L´Ancantada, de Oballo, fue de las primeras en promover los desfiles de grupos que terminaron popularizándose.
Este año, tendremos que dejar que desfilen los dichosos virus, eso sí, bajo especial vigilancia. Nosotros nos disfrazaremos en las Redes.