La foto y su pie. Un gesto en el tiempo: ofreciendo un cigarrillo
Y anclado en el momento intemporal del clic del fotógrafo quedó el ofrecimiento de un cigarrillo. Ofrecimiento que será eterno en la memoria canguesa mientras la foto siga existiendo aun cuando falten sus protagonistas y el cigarro fuese consumido en el otro tiempo que sí siguió sus días inalterables. Los tiempos del ser y del estar y su continuo devenir y contraposición.
Grandas de Salime-Pola de Allande-Cangas del Narcea reza el cartelón del autobús de Alsa indicando su diario recorrido. Y uno se imagina al desvencijado autocar resoplando por las rampas del Palo o maniobrando con dificultad por las cientos de curvas del recorrido en una carretera que como tal solo tenía el nombre. Y ello contrasta con el uniforme del conductor que ofrece el cigarrillo a un joven Ramón Betolaza. Primaban el respeto y la consideración al viajero
Junta a ellos, un jovencísimo Juanito, “Juanito el del Alsa”, que siempre estaba allí para solucionar cualquier problema o llevar y traer paquetes o maletas.
Los árboles y el Paseo nos retrotraen a unos años que fueron duros aun cuando incluso sintamos a veces nostalgias de ellos.