La foto y su pie.- De matanza
Esta foto de Fulgencio Granizo me hizo dar un salto en el tiempo. Cada cara me llevaba a una calle, a una casa, a una familia, a momentos vividos en una Berzocana bulliciosa, abnegada, trabajadora y pobre, pero llena de esperanzas y alegrías. Me atrevería a decir que incluso más solidaria y comunitaria. Las penurias vienen de alguna forma a aunar esfuerzos y buscar soluciones comunes.
Quizás uno de estos momentos correspondía a la matanza. Su momento, como se aprecia en la foto, era de trabajo, pero también de sincera alegría compartida. Prácticamente había una en cada casa y era la contención que se ponía a las penurias que podría acarrear el invierno cuyas fechas y frio ya se dejaban sentir. De ahí la alegría.
Atadas ya las morcillas pasan de mano en mano camino de la artesa a la espera de que los hombres las coloquen en los palos donde permanecerán colgadas hasta su secado. Claro que sí, también pueden ser chorizos.
Dejo a la curiosidad de cada uno de mis paisanos berzocaniegos la identificación de todos y cada uno de los fotografiados, incluso la de ese niño del fondo que tras las gafas oculta la misma mirada pícara y guasona que aún ahora, muchos años después, conserva.