Si por algo te sigo es por lo bien que te explicas. De Pedro a Pedro
Hace unos pocos días, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista concedida a Tele5 soltó la siguiente frase relativa al gobierno y recogida en diversos medios escritos:
“Nuestro ecosistema innovador tendrá experiencia en la definición de objetivos de mejora en la colaboración de grandes proyectos multidisciplinares orientados”
Tras leerla al menos una media docena de veces, quizás en mi torpeza, seguía sin lograr entender lo que realmente quería trasmitirnos el presidente. Y quizás por ello me encogí de hombros dando por perdida mi intención.
Fue en ese momento cuando me vino a la mente, haciéndome esbozar una sonrisa, un dicho, quizás anécdota, quizás un pronto de algún gracioso que, vete tú a saber cuándo, hizo público y que, aunque se cuenta como si así realmente hubiese sucedido, en ninguno de los Evangelios aparece como tal. Conocí el dicho allá en mí ya lejana niñez cuando nos la contaban los mayores con los que acudíamos a la catequesis en aquel entonces obligatoria. Nunca la he olvidado.
Se encontraban los discípulos con Jesús y Pedro (el discípulo, no el presidente) se dirigió a él preguntando:
-Dime Maestro, ¿tú quién eres?
-Jesús le miró fijamente y respondió
-Yo soy el que soy, y vengo de dónde vengo
– Pedro devolvió la mirada a Jesús, miró a los otros discípulos, volvió a mirar a aquel, y dijo convencido
-Si por algo te sigo Maestro, es por lo bien que te explicas.
Aunque la esencia de lo descrito si está en los Evangelios no así la forma ni la intención con que aquellos compañeros de catequesis nos lo contaban.
Pues la misma impresión que tuvo Pedro, el discípulo, según esta apócrifa versión, es la que tuve yo con la frase de Sánchez al que seguro que podrían contestar como Pedro (el discípulo) muchos de seguidores. O incluso usted.