Proyectos contra la despoblación; pero menos
Hasta el próximo 23 de diciembre, los emprendedores que tengan la intención de desarrollar “proyectos solventes con impacto para el reto demográfico y en la lucha contra la despoblación” en “municipios de menos de 5.000 habitantes” pueden remitir un resumen de sus ideas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), según ha anunciado el propio ministerio, para “beneficiarse del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno presentó el pasado 7 de octubre”, dotado con 2.500 millones de euros.
Como siempre sonar suena bien, y muy en la línea de la actual terminología administrativa, otra cosa será su operatividad y efectividad.
En Asturias podría beneficiar a 49 de sus 78 municipios, aunque aún queda por definir cuál será la cuantía destinada específicamente a estos proyectos en zona rural.
Una de las principales líneas de actuación que prevé apoyar el ministerio es la de proyectos que impulsen “la transición energética como palanca de atracción de actividad y población a partir de la energía sostenible y asequible, incluyendo las comunidades energéticas, la mejora de la eficiencia energética y la rehabilitación del entorno edificado y de viviendas en el medio rural, el despliegue de renovables y la movilidad sostenible”.
No me atrevo a desentrañar el migajón de este actualizado y equilibrado discurso, me queda todo muy gaseoso y etéreo. Imagino que el avispado lector lo comprenderá mejor y sabrá que negocios o proyectos concretos son los que habrá de presentar ante la Administración
El comisionado del Principado para el Reto Demográfico, Jaime Izquierdo, remitió esta información a la Federación Asturiana de Concejos y a los profesionales de la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER) con la intención de que ningún proyecto que se pueda acoger a la “manifestación de interés” lanzada por el ministerio deje de hacerlo, teniendo en cuenta, además, que el plazo es perentorio y finaliza el próximo 23 de diciembre. De momento, la única iniciativa avanzada de comunidad rural energética es la de Moal, en Cangas del Narcea, un municipio que, a pesar de sufrir claramente el problema de la despoblación con una densidad de 15 habitantes por kilómetro cuadrado, no podría inicialmente acogerse a esta iniciativa, del mismo modo que tampoco podrían municipios del ala occidental asturiana como Tineo, Navia o Valdés, del Oriente, como Cangas de Onís, Parres, Piloña o Ribadesella, o de la montaña central como Aller, Lena o Laviana, entre otros.
