“Cuando las barbas de tu vecino….”. De Compostilla…¿a Tineo?
“Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon la tuyas a remojar”. De Compostilla…¿a Tineo?
Este refrán nos pone hoy en guardia apuntando a Tineo en particular y a toda la comarca en general.
A la histórica chimenea de la Central Térmica de Compostilla, en León, la han echado abajo con estrépito hace un par de días. Ha sido la muerte simbólica de una época que se venía anunciando y cuyo final nos hemos negado a creer hasta última hora. Nos hemos negado a perder la esperanza. La mina no puede morir nunca, nos decíamos.
Durante cuatro décadas, la central térmica de Anllares, quemó carbón de las cuencas del Bierzo, incluso de la del Narcea, y dio de comer a muchas familias de toda esa comarca leonesas, rayana con la asturiana en Historia, en Economía y en Geografía. Ante la presencia de muchos curiosos y nostálgicos, volaba por los aires el último símbolo visible de esta térmica.
“La dinamita hizo implosionar por la base los 150 metros de chimenea y en ese momento se vino abajo parte de la arqueología industrial que ha marcado el carácter de esa, de éstas, tierras. Fueron unos segundos apenas. Un bum en la base y la gran columna hueca se vino abajo como un palillo, se resquebrajó por la base y quedó planchada a lo largo del suelo en medio de una gran polvareda”. Así narraba el Diario de León el hecho. Fue construida en 1.965
Como ocurre en la Cuenca del Narcea, ya no existen mineros en el Bierzo y poco a poco van cayendo al suelo las chimeneas y las estructuras de un pasado de antracita. Tineo espera su turno.
Ya no quedan mineros ni en Asturias ni en León. Tan solo queda la memoria, memoria quizás aún muy reciente pero memoria al fin y al cabo. Los últimos mineros no tardarán en contárselo a sus nietos: Érase una vez…y pasarán por su mente y su lengua momentos, buenos, y malos, y risas, e historias de sueldos y convenios, y de protestas, y de huelgas; de sudores, de turnos y de aventuras de jóvenes, y sustos en el tajo. Érase una vez… el carbón y cientos de camiones yendo y viniendo a las térmicas. Érase una vez en que en esta comarca nadie oía hablar del paro. Y en su narración algunos agregaran: años después, yo vi las voladuras de las chimeneas de las térmicas.
Anllares, el pueblo, ha perdido parte de su silueta de los últimos cuarenta años colocando un clavo más, quizás el último y definitivo, en el ataúd del pasado minero de León y de Asturias
A partir de ahora, sigue el tiempo de descuento para las chimeneas que aún quedan en pie.
Este es el vídeo de la voladura en el Diario de León
Como tinetense y en mi epoca de estudiante, en 1968, trabajé dos meses en la central de Soto de la Barca. Fue una época en la que toda la comarca y la de Cangas con las minas, alcanzaron un gran esplendor. Mucha gente de las zonas y otra que venia de otras provincias, trabajaron muchisimos años, e hicieron sus vidas aqui. Hoy, viendo lo de Compostilla, se entristece uno, pensando en el futuro que les espera a estas comarcas del suroccidente, sobre todo, al comercio, hosteleria, y al resto de servicios. Al final, si no se crean otras alternativas para estas zonas, se acabaran despoblando, porque los hijos y nietos de aquellos que iniciaron la construccion de la Central de Soto, no les quedara otra que irse fuera, en busca de su futuro. Una pena.