Yunteros de Extremadura en el 36
Puede que muchos de nuestros jóvenes, o incluso no tan jóvenes, no conozca el significado de “yuntero”, de ahí que comencemos por su definición:
Yuntero: Persona que labra la tierra con una pareja de animales o yunta
La gran invasión de fincas del 25 de marzo de 1936 en Extremadura fueron unos sucesos ocurridos dicho día en esta región española durante los cuales alrededor de 80.000 yunteros realizaron una serie de ocupaciones pacíficas de fincas, en un total de 250.000 hectáreas de tierra.
A lo largo de los años anteriores, Extremadura tiene un gran número de campesinos poseedores de una yunta y de los aperos necesarios para una pequeña explotación agrícola aunque sin tierra para emplear sus brazos y sus medios de trabajo. El gobierno del momento decide proporcionar tierras a los campesinos que han demostrado muy cumplidamente aptitud para la empresa agrícola y además la secundaria de hacer innecesario un buen número de desembolsos por parte del Instituto Agrícola, ya que “sólo habrá de proporcionarles créditos para ayudarles en su empresa”.
Cuando el 4 de octubre de 1934 tomaba posesión de su cargo el diputado cedista por Badajoz Manuel Giménez Fernández, el legado que recogía era que entre treinta y cuarenta mil yunteros extremeños carecían de tierras para trabajar.
A principios del año 1.936 el desempleo del campo en general sube al 20%, coincidiendo con la crisis y un periodo de lluvias que impedían realizar las labores. Una de las regiones más afectadas fue precisamente Extremadura, muy dependiente del campo, y castigada duramente por las circunstancias ocurridas años antes.
La FNTT fue quien mandó iniciar, en la mañana del 25 de marzo de 1936, la ocupación de los campos de Extremadura. Siguiendo sus instrucciones, unos 80.000 yunteros extremeños ocuparon ese día casi 250.000 hectáreas; de forma pacífica y sin incidentes con los latifundistas ni con las autoridades, en más de 280 pueblos simultáneamente, entre ellos Berzocana en donde se ocuparon parcelas en las fincas de Las Paredes, La Nava y La Sierra
Provistos de azadas y demás herramientas, los yunteros delimitaron los bordes de la nueva tierra incautada, tal y como había ordenado la FNTT. Luego regresaron ordenadamente al pueblo, al ayuntamiento, haciendo firmar al alcalde, concejales y demás funcionarios, un acta de comparecencia. A la mañana siguiente continuaron sus jornadas habituales, como cualquier día.
La táctica no podía haber obtenido mayor éxito. Con una única acción, los campesinos habían ocupado mucha más tierra de la que se les había entregado en los últimos cinco años.
El movimiento fracasó posteriormente en toda España por múltiples razones económicas y políticas, y en la provincia de Cáceres ocurrió exactamente lo mismo: aunque se recomendaba el trabajo colectivo, todas las comunidades creadas optaron por el cultivo individual basado en el célebre afán parcelador del campesino español que así lo hacía salvo quizás, para para los pastos y las leñas.
Buena parte de aquellos campesinos que participaron en las pacíficas ocupaciones el 25 de marzo de 1936 fueron asesinados o encarcelados por la represión franquista como castigo.
He querido hacer esta entradilla para llegar al vídeo rodado por el Marqués de Villa Alcázar (1936). “Los yunteros de Extremadura”, producido por el Instituto de Reforma Agraria. Se trata del único documento audiovisual de la época sobre la problemática de los yunteros que se conserva mostrando las duras condiciones de vida de los jornaleros de los años 30 por lo que tiene un gran valor histórico y antropológico. Estuvo perdido hasta el año 2012 y recuperado de una universidad rusa. Ahora lo custodia la Filmoteca de Extremadura.
Este es el enlace. Merece la pena